Salvador Cabañas presenta leve mejoría al disminuir el edema cerebral
Cabañas todavía está en riesgo.
Una inflamación en su cerebro, que ya fue controlada, provocó versiones sobre su estado de salud.
El futbolista paraguayo mostró este jueves progresos en su estado al reducirse el edema cerebral, aunque persiste delicado su estado de salud, informaron hoy los médicos mexicanos que lo asisten.
"El edema empieza a bajar. Sus signos están más estables. Este fue el mejor día desde que llegó", precisó el neurocirujano mexicano Ernesto Martínez, luego de 72 horas desde la cirugía a la que fue sometido el delantero tras resultar herido de bala en la cabeza en un bar de la capital mexicana.
El médico explicó que Cabañas "está evolucionando con parámetros mejores", según los resultados de una tomografía, pero insistió en que todavía su estado de salud es delicado.
En rueda de prensa, los galenos afirmaron que el jugador ya realiza algunos movimientos voluntarios.
La mejoría de salud de Cabañas, al superarse la etapa crítica de las 72 horas que esperaban los médicos, confirmó las noticias anticipadas este jueves por su esposa, María Alonso Mena, a medios de Paraguay.
Según ella, el delantero del América de México le tomó con firmeza la mano durante una visita.
Avanzan las investigaciones
El fiscal Miguel Ángel Mancera identificó a los presuntos atacantes del deportista como "Jesús NN, 35 años, 1,77 estatura" y dijo que por su acento era originario "de Sinaloa, quien estaba acompañado de escoltas" y a "Francisco NN, El Contador o el Paco, 40 o 45 años".
"Hay una facilitación para la salida de estos señores", dijo Mancera, en alusión a una posible complicidad de los empleados del bar.
Además el fiscal dijo que la mujer que estuvo "cerca de la mesa de Cabañas" en el bar y que al parecer está relacionada en el ataque era al parece una bailarina del lugar. Los dos sospechosos eran asiduos clientes del lugar, según admitieron los empleados.
Cabañas, de 29 años, permanece en estado crítico en el hospital Los Ángeles en el sur de la capital mexicana, tras ser sometido a una cirugía en la que no se extrajo el proyectil que quedó alojado en su cabeza.