Etelvina Maldonado, quien se encargó de popularizar lo que antes se llamaba fandango y hoy se conoce con el nombre de bullerengue, murió este martes en Cartagena, a los 75 años de edad, como consecuencia de un paro respiratorio.
La cantadora nacida en la isla de Santa Ana, Bolívar, se convirtió en una de las mayores exponentes del folclor caribeño de nuestro país al lado de Totó La Momposina y Petrona Martínez. “Antes a mí me gustaba cantar boleros, rancheras y tango pero cuando crecí vi que a mis padres les gustaba el bullerengue y me dije: ‘aquí es que tengo yo que romper’. Siempre he sido la última, era la más pequeña, y seré la última en morirme porque ya se murieron todos".
"Totó fue la primera que abrió el camino, luego siguió Petrona y ahí continúa un grupo bastante grande en el que estoy yo también. A mí me encanta que el mundo conozca nuestra música y considero que somos una sola familia y lo que pasa es que tenemos apellidos diferentes", aseguró en ese entonces.
Paz en su tumba y gracias por su folclor.