El director de La Pasión de Cristo no se siente seguro en su casa y afirma que tiene una pistola escondida para defender a su familia en caso de que entrara algún intruso. Aunque durante un tiempo tuvo guardaespaldas, Mel Gibson afirma que eso "es una pesadez", así que ha decidido que él sólo es perfectamente capaz de tener controlados a los asaltantes. "Cuando te llega la hora, te llega la hora". Mel Gibson afirma que, en una situación peligrosa, de nada sirven los sistemas de seguridad que tengas instalados: lo mejor es aprender a defenderse uno mismo, así que hay que estar prevenido y contar con las herramientas adecuadas.
El cineasta, que vive con su novia, Oksana Grigorieva, y su hija Lucía, de dos meses de edad, ha explicado así su plan por si a alguien se le ocurre asaltar su vivienda: "Les pegaría con un enorme bastón o les dispararía con la pistola que tengo escondida, pero si no lo hago me atacarán ellos a mí".
Según informa Contact Music, Gibson tuvo durante un tiempo un equipo de seguridad vigilando su casa, pero la idea no le convenció: "Tuve guardaespaldas pero son una pesadez"; así, tener una pistola en casa se le antojó una gran idea para solucionar el problema de la seguridad.
Y es que el actor de Braveheart está convencido de que, en esta época que le ha tocado vivir, es difícil estar a salvo; y ya ha tomado medidas para combatir esas potenciales amenazas: "En estos tiempos que corren tienes que estar armado".