Miranda Kerr ha decidido
posar desnuda para la revista
GQ en su edición de febrero y, según dicen los altos directivos de la publicación,
su cuerpo es impecable.
Aunque bueno, ya estamos acostumbrados a escuchar lo
perfecta que es la
modelo australiana.
No es un
topless ni un
semidesnudo, es un
desnudo total; aunque claro que las manos de Kerr están muy bien posicionadas en algunas partes estratégicas – por aquello de dejar algo a la imaginación.
Y mientras algunos reciben encantados las fotografías de la modelo, otros tantos no hacen sino pasar olímpicamente. Sí, es que no a todos les gustan las
veinteañeras con cuerpo de niña — y por si fuera poco, con hambre.
Por último, señalar que pese a lo que pudiéramos imaginar, ella más bien aboga porque
las mujeres se acepten tal como son y no porque sigan un patrón determinado por los medios y la sociedad. Porque ella también tiene sus defectos, según dice.