Mi vida aguarda en posición fetal sin tratar de escapar; al escuchar una melodía siento angustia, desespero, confusión, como aquél corazón que lagrimea y la mano que despide el anillo de mis recuerdos, ¡Bellos recuerdos!.
De mi cabeza sale la idea de ser siempre alegre, responsable, deseando que pronto las arvejas salgan de mi abismo y se perpetúen en la nada; y mi madre observa todo, está en mi pecho y abarca toda mi mi vida, hasta mi corazón, mitad rojo mitad negro, en el que también está mi padre. Allí mismo veo tres personitas, tan parecidas peor tan diferentes, pequeña niña de ojos bellos, irradias alegría con tu dulce mirada, tan dulce como los chocolates que tanto te gustan; Pero...por qué siempre buscas agradarle a los demás?, Por qué dices que perdonas si eres incapaz de olvidar?, y recuerdo entonces el gran piano dado en mi infancia, tan pequeña era, y ahora igual me siento diminuta en la inmensidad del universo.
Mi rodilla espera con un hermoso paisaje, un gran arco iris reflejado en el océano, siete colores que iluminan mi vida. Pero también, hay algo que la opaca, algo que la llena de temor profundo y angustia, es un bicho despreciable, una cucaracha que se dirige a mi pie para ser pisoteada; y veo una idea confusa que no me explico, a veces das temor, y entonces me pregunto repetidas veces, ¿Qué será de mí?, no lo sé, sólo sé que nunca quiero quedarme sola, y ser siempre una muñequita bajada del cielo perdida en este mundo terrenal.
¿Qué pasa con mis sueños? ¿Dejar huella en el mundo, o quizá ser una excelente periodista?, parece que quisieran escapar, no como la infinidad de cartas y recuerdos encarcelados en un cofre de apariencia grotesca, pero a pesar de no tener una hermosa figura, guarda mis pequeños tesoros, y aunque soy feliz con ellos, no puedo evitar sentir odio, sólo quiero que ella se aleje y que sea rechazada como la suripanta que aguarda en mi pie.
Pero no todo es odio, también hay un amor diferente, como el pequeño niño que arranca su corazón para regalárselo a su amada, un amor acompañado de muerte, y como muere el amor, también muere la amistad, ¡Qué triste es perderla!, aunque se ganen muchas más, y aunque te digan ¡Qué personalidad!, ¡Qué privilegio tenerte como amiga!, o simplemente, eres importante y especial, y cuando una amistad importante se convierte en algo más, recuerdo a alguien que sólo dijo, yo quisiera ser...Entonces es ahí cuando abro mis ojos, apago la alarma, miro la hora, intento dormir un poco mas, pero recuerdo que tengo muchas cosas que hacer.
Por: Jessica Rivera