La decisión del presidente de Venezuela Hugo Chávez de expropiar la cadena de almacenes Éxito se sintió en Colombia como un golpe bajo. La marca Éxito es un referente nacional, y la noticia no podía significar otra cosa que una escalada en el conflicto binacional.
No obstante, la medida no es simplemente una retaliación contra Colombia. Hace parte de una estrategia desesperada del chavismo para controlar el suministro de productos de primera necesidad, y enfrentar de alguna forma la deteriorada situación económica. Un remedio que parece peor que la enfermedad.
“La cadena Éxito, en base a las numerosas violaciones a las leyes venezolanas, pasa a ser de la República”, dijo el presidente Chávez en ‘Alo Presidente’ el domingo pasado (ver video). Chávez tomó la decisión de un momento a otro, mientras hablaba de la necesidad de llevar alimentos a todo el país. Al principio dijo que esperaría una “ley nueva” para hacerlo, pero después dio la orden y notificó en directo a los dueños de la empresa.
Almacenes Éxito en Venezuela es una empresa mayoritariamente del grupo Casino de Francia, donde Éxito Colombia tiene una participación minoritaria. “No es una medida contra Colombia, aunque sin duda es nefasta para la inversión extranjera”, dijo a La Silla Vacía Magdalena Pardo, presidente de la Cámara Colombo-venezolana.
En su editorial de ayer, el diario El Nacional de Venezuela calificó la decisión como una “bofetada” contra Francia, pero no descartó que se tratara un arrebato contra Colombia: “Quizás el odio a Colombia lo llevó arremeter contra Éxito, pero la equivocación le costará caro".
Pero más allá de que Chávez tenga entre ceja y ceja a nuestro país, la medida obedece más al creciente problema económico local. Además de las convicciones propias de su proyecto socialista, el Gobierno busca a toda costa controlar la producción y distribución de productos para suplir el desabastecimiento y controlar el alza de precios. Ante el control oficial de precios y la tasa de cambio, muchas empresas privadas han dejado de producir o comercializar productos de primera necesidad, o lo hacen a un precio mayor al permitido oficialmente, ya que no están dispuestas a producir a pérdida o con un margen de ganancia mínimo.
En el segmento de alimentos, el Gobierno es dueño de Mercal, un supermercado del Estado que compite con los supermercados privados pero con precios subsidiados. Pero la cosa va más lejos. En la misma alocución en que decidió la expropiación de Éxito, Chávez se refirió al proyecto de la Corporación de Mercados Socialistas (Comerso), creado en diciembre pasado. Durante su inauguración, el Presidente venzolano dijo que Comerso tenía que "desarrollar la cadena completa, desde el sector primario hasta el consumidor final”.
Así, los supermercados Éxito expropiados pasarían a manos de Comerso, con lo cual el Gobierno se hace a la red, los puntos de venta, los empleados e incluso los inventarios de la empresa.
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