El romance entre Britney Spears y su agente Jason Trawick parece haberse acabado. La cantante ha decidido romper con su novio después de enterarse de que éste había estado tonteando con otras chicas en un bar de Los Ángeles. Jason, por su parte, ha intentado calmar a Britney y convencerla de que todo ha sido un malentendido nada propio de él. Un supuesto desliz en un bar le ha costado a Jason Trawick su relación de pareja. Según fuentes del diario Daily Mirror, el agente y entonces novio de Britney Spears se encontraba tomando unas copas por Los Ángeles con dos amigas, aunque el trato que les estaba dando era quizá demasiado cercano.
"Jason se fue del bar con dos botellas de agua y una rubia impresionante que se parecía a Britney", ha revelado una testigo del bar. "Jason tenía sus brazos alrededor de ella, y realmente parecía que iban a pasar la noche juntos".
Al enterarse de sus escarceos por los bares, Britney no se lo ha pensado dos veces y ha roto toda comunicación con Jason. "Todo el mundo ha asumido que (su relación) se ha acabado", afirma una fuente cercana a la pareja.
Los amigos del agente han salido a defenderle, pues creen que todo ha debido ser un malentendido. "Jason es un gran tipo, muy leal; este comportamiento no cuadra con él", han declarado.
El propio Jason también ha intentado arreglar lo ocurrido, pero no parece que haya tenido mucho éxito. "Trató de calmar a Britney y rectificar la situación", han afirmado sus amigos. "Le dijo que esas chicas eran sólo amigas y que no había pasado nada, pero igualmente discutieron".
Britney y su agente empezaron a salir juntos el pasado marzo, y en agosto tuvieron su primer traspiés: dejaron su relación momentáneamente, aunque la volvieron a retomar. La cantante estaba muy ilusionada con este noviazgo, tanto que incluso le pidió a Jason que se casara con ella, pero éste se negó.