Cesc sólo puede ser azulgrana
Si se va del Arsenal,
Cesc Fàbregas sólo puede ser del
Barça. El centrocampista de moda del fútbol europeo, un producto de La Masia que ha crecido espectacularmente de la mano de Arsène Wenger en el Arsenal, será una de las indiscutibles cartas ganadoras en las próximas elecciones a la presidencia del club azulgrana. Todos los presidenciables que han asomado en el horizonte culé tienen clarísimo que si hay un jugador que ahora mismo podría decidir un montón de votos ése es
Cesc Fàbregas y, de una manera más o menos abierta, lo han admitido.
Cesc Fàbregas
El medio de Arenys reúne todas las condiciones que le convierten en una apuesta segura desde la óptica barcelonista: tiene 22 años, futbolísticamente está hecho, perpetuaría una manera especial de entender el juego y su llegada es estratégicamente fundamental.
¿Por qué? Las necesidades futbolísticas del proyecto azulgrana necesitan de un refuerzo de su categoría, que además tiene asegurada su integración vital y deportiva al mejor equipo del mundo.
Cesc es catalán y ha mamado el estilo
Barça desde que aterrizó siendo un niño en el Camp Nou. Además, si hay algún otro club que futbolísticamente recuerda al azulgrana ése no es otro que el Arsenal, así que desde el primer día entraría en la dinámica de juego sin correr riesgos en cuanto a su adaptación.
La obsesión de Pérez Cesc ha dado el salto de calidad definitivo esta temporada. Tanto es así que
Fàbregas se ha convertido en una obsesión para el madridismo. Primero, Florentino Pérez sueña con trasplantar el modelo
Barça al Bernabéu y segundo, el megalómano presidente del Real Madrid no ve otro fichaje en el mercado que tenga un impacto mediático y sociológico tan grande como el de Fàbregas. Asumiendo que, hoy por hoy, es inviable repetir un fichaje 'a lo Figo' para desestabilizar al que es hoy el indiscutible equipo hegemónico mundial, lo más parecido a aquello para el insaciable hambre adquisitiva de Pérez se llama
Cesc Fàbregas.
Todo el poderoso ******o mediático y propagandístico filomadridista ya trabaja desde hace meses en esa dirección. De ahí que para el barcelonismo, aparte de sus evidentes beneficios futbolísticos,
Fàbregas se haya convertido en poco menos que una cuestión prioritaria, de orgullo como club.
El Arsenal ha notado ya esa presión y a través de su presidente, Peter Hill-Wood, cargó hace unos días contra la entidad azulgrana, de la que dijo estar "hasta las narices". Hill-Wood, que olvidó repentinamente cómo se llevó su club a
Cesc hace siete años procedente del
Barça, subrayó que "
Cesc tiene un muy buen contrato a largo plazo y no creo que tenga intención alguna de no cumplirlo".
Estos comentarios no hacen más que confirmar que los 'gunners' tienen cada día más claro que su joven capitán tiene fecha de caducidad en el club. Se empieza a hablar de una tasación que rondaría los 45-50 millones.
Ya es público y notorio que Laporta, antes de irse, sueña con dejar en herencia a
Fàbregas, aparte de la renovación de Guardiola, y la impresionante colección de títulos, claro. En la carrera electoral, y teniendo en cuenta que Laporta espera tener a un sucesor de su propia directiva, tomar la delantera en el fichaje de Cesc sería un golpe de efecto y dar un pase adelantado a su delfín.
El corazón decidirá
El Barça confía, aparte de su proyecto deportivo ganador, en la fuerza del factor sentimental para traerse de vuelta a
Fàbregas, igual que hizo con Piqué hace poco más de un año, procedente del Manchester United. Evidentemente,
Fàbregas tiene hoy otro cachet al que tenía Piqué entonces. Si fuera sólo por dinero, sobre todo en cuanto a la cantidad del traspaso, el Real Madrid tendría hoy por hoy muchas más posibilidades de llevárselo. Pero el Barça espera que
Cesc reme a favor de obra