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Denunciante Platino
 |  La Venezuela vista desde adentro
Calificación: de
5,00
 | A petición del público y ya que recuerdo les había prometido subir este post, he aquí lo que me contó mi tía Victoria acerca de la situación interna de Venezuela...ojalá los defensores del "socialismo del siglo XXI" no me vengan a decir que a mi tía la compraron pa que dijera eso 
Pues bien, resulta que para las fiestas de fin de año mi tía Vicky vino a Colombia a visitar al papá de ella, que ya está muy viejo y quizá sea el último año que pase con él. Justo el día antes de fin de año, vino a mi casa, a una reunión que mi mamá organizó, ya que hace tres años fue la última vez que Vicky estuvo en este país.
Vicky vive hace más de 15 años en Venezuela, donde ha constituído su trabajo y su familia y donde hasta hace algunos años había tenido un modo de vida estable en Venezuela, y hasta hace algunos años ella venía frecuentemente, ya no puede realizar tal cosa. Muy a las expectativa, le preguntamos acerca de cómo estaban en Venezuela, y lo que contó fue simplemente triste.
El gobierno está controlando prácticamente todo, expropiando compañías privadas y algunas multinacionales, expropiando casas, tierras, pertenencias que según la nueva filosofía que quiere difundir el "Socialismo del Siglo XXI" son "negativas". El tema de la expropiación de tierras es interesante, porque cuenta que la misma guardia venezolana incendia los sembrados de las propiedades privadas para poder tener una excusa de que esas tierras no son productivas y así poder expropiarlas.
El asunto energético es más deprimente aún. Soportan 6 horas diarias de racionamiento eléctrico, sufren constantes cortes de agua y la comida empieza a escasear desde que el presidente Chávez decidió, en una decisión orgullosa, cortar todo vínculo comercial con Colombia, otrora mayor proveedor de alimentos y otros artículos al vecino país.
Pero lo peor está en la situación de seguridad y social en general. Caracas se ha convertido en una de las ciudades más violentas de la región y del mundo, con una tasa de 50 homicidios entre cada 100.000 habitantes. Fuera de aquello, relató cómo la gente recibe dinero a cambio de asistir a los discursos en las plazas de Chávez y para asistir al programa dominical "Aló Presidente", además de que, al mejor estilo de los programas norteamericanos, tenían que aplaudir al encenderse el tablero de "Aplauso".
Con tristeza, lamenta no poder regresar del todo, ella tiene su vida allá, y aunque la situación en donde vive es complicada, tardará mucho en poder organizarse para regresar.
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