Con el último intercambio de coches de tracción animal por motocoches o por un capital semilla para emprendimientos productivos realizado ayer, desde hoy ya no podrá verse una zorra más transitando por las vías de Medellín.
Previo a la entrega se desarrolló un desfile de los cocheros, que no tuvo mucha concurrencia porque infortunadamente uno de ellos fue asesinado el pasado lunes en la tarde y muchos de ellos estaban acompañándolo para darle el último adios.
Sin embargo, luego asistieron al lugar de llegada, el aeroparque Juan Pablo II, en donde recibieron sus nuevos vehículos y manifestaron, aunque en un comienzo estuvieron en desacuerdo, que ahora sí estaban contentos con el proceso.
"En un principio muchos no creíamos, pero los primeros que aceptaron nos enseñaron el camino. Yo ya llevo varios meses trabajando con el motocoche y me está yendo muy bien", expresó Carlos Alberto Álvarez.
Para la secretaria de Medio Ambiente, Lyda Patricia Giraldo, este proceso, en el que la administración invirtió 2.896 millones de pesos, tiene una gran importancia en la redignificación de lo que es la actividad. "La actividad del cochero pasa a ser muy importante y además se empieza a regular el tema de los escombros y de los animales en lo que tiene que ver con el trato".
El alcalde de Medellín, Alonso Salazar, resaltó el cambio tan extraordinario que se está dando no solo los animales, sino también en los cocheros que ya tienen un semblante distinto.
"Ahora son personas con una mayor dignidad, no porque lo que hacían antes fuera indebido o feo, sino porque han dado un paso importante en la cualificación de sus vidas", dijo.
El director de Transportes y Tránsito del Ministerio de Transporte, Jorge Carrillo Tobos, destacó como Medellín poco a poco se convierte en la ciudad pionera y líder de importantes programas. Además por el impacto que tiene en la movilidad, en lo social con el beneficio que reciben 228 cocheros y en la protección de los animales.