La mayor parte de la gente pasamos un tercio de nuestras vidas durmiendo, pero durante las últimas tres décadas un hombre en la porovincia de Quang Nam jura que ni siquiera ha tomado una siesta. ¿Puede esto ser verdad?

Thai Ngoc trabaja sin descanso. Al final del día hace una pausa, se sienta, pero pronto se aburre y comienza a trabajar nuevamente.

¿Qué otra cosa podría hacer si no puede dormir?

Nacido en 1942 en la villa de Trung Ha, a 25 kilómetros al sudoeste de la ciudad de Hoi An, Thai Ngoc ha estado permanentemente despierto desde 1976 y su más grande sueño es tener un sueño.

Esta situación ha despertado la curiosidad de la gente fuera de Vietnam. Las autoridades locales confirman que dos agencias locales, una de el Reino Unido y otra de Tailandia lo visitaron.

El grupo del Reino Unido lo siguió por dos días consecutivos mientras que el grupo Tailendés permaneció a su lado cuatro días sin dejar de filmarlo. Las cámaras lo siguieron desde su recámara hasta su campo de arrroz. En la noche, seguía trabajando solo en sus hortalizas.



Para probar su estado de alerta, los reportaros colocaron 9 objetos junto a él y más tarde los ocultaron. Cuando le preguntaron a Thai Ngoc acerca de ellos los describió en perfecto detalle.

El grupo del Reino Unido lo llevó a una policlínica de la ciudad de Danang para realizarle uyn electroencefalograma, y los resultados fueron normales. El equipo Tailandés lo convenció de dejarse tomar una muestra de sangre para investigarla. Todo lo anterior previo pago de una cantidad no especificada.

Su casa no es más que una pequeña cabaña y en ella no hay una cama. Si en alguna ocasión tiene huéspedes, estos deben yacer en el suelo. Tiempo después de las entrevistas con el equipo inglés y el tailandés, una agencia de noticias australiana le propuso llevarlo al extranjero durante 18 meses para estudiarlo. Ngoc, sin embargo, declinó la oferta diciendo que jamás había abandonado la región donde vivía en 60 años y que temía a las pruebas que fueran a realizarle.

El comienzo.

Un día, Ngoc simplemente descubrió que no era capaz de dormir. Su esposa lo llevó con diferentes médios, pero todos fallaron. Ngoc comenzó a beber, pero tras consumir una cantidad considerable de licor, se recostó y aún así fue incapaz de conciliar el sueño. Cansado de estar acostado, comenzó a levantarse y a trabajar. Su amplia plantación de 5,000 metros cuadrados se encuentra en perfecto estado gracias a su insomnio.

Cuando ha terminado con el trabajo de la granja, sale a cazar. Noche tras noche se sienta a observar las estrellas y como otros habitantes de la región se enteraron de su insomnio, algunos de ellos lo contrataron para realizar trabajos nocturnos. A veces lo contratan para tocar los tambores o los gongs en los funerales para animar un poco la quieta atmósfera de aquellas noches.

La familia de este hombre tiene campos de arroz, algún ganado y máquinas para destilar licores. A pesar de que Ngoc trabaja duramente día y noche, no consigue reunir la suficiente cantidad de dinero como para mandar a sus hijos a la escuela. Sin embargo, en los últimos años la salud de Ngoc se ha ido deteriorando lentamente. Dice que se siente mal, que es como si fuera una planta sin agua y su máximo deseo es tomar una siesta. Media hora de sueño, dice él, sería suficiente para que se sintiera satisfecho.

No hay necesidad de decir que su insomnio es un caso insólito, pero también es increíble que en ninguna organización vietnamita se haya organizado para estudiar el caso y hallar una solución