CENTROCAMPISTA DEL FC BARCELONA


Xavi: “Europa nos debe más finales”

El egarense sigue batiendo todo tipo de registros y aumentando su palmarés al tiempo que el Barça afianza su reinado en Europa






Su primera gran ‘pelotera’ por culpa del fútbol la padeció en una Copa de Europa. Xavi tenía poco más de once añitos y sus dos hermanos mayores, Alex y Oscar, se habían gastado prácticamente todos sus ahorros para viajar a Wembley en autocar en compañía de otros amigos. Xavi le pidió a sus padres el permiso para acompañar a sus hermanos para ver su primera final de la Copa de Europa, pero su madre fue inflexible. El disgusto de no ir a Wembley le costó una noche de insomnio y lágrimas, pero aquel día se prometió que algún día él estaría jugando una final de la Copa de Europa. 17 años después, en Roma, hizo realidad su promesa, no sólo jugando sino ganando y convirtiéndose en el mejor jugador de la final. Tres años antes también estaba en París, pero en aquella cita no jugó porque venía de una grave lesión de ligamentos cruzados.

Ahora este Xavi, que un día se prometió a sí mismo jugar una final de la Copa de Europa, alcanza mañana su partido número cien en la Champions. Un registro al alcance de unos pocos privilegiados. De hecho, es la primera vez que un jugador formado en la cantera del Barcelona lo logra con la camiseta blaugrana. Han tenido que pasar muchas décadas para que un blaugrana logre ser centenario en la competición más prestigiosa de Europa. Desde que debutó, en Old Trafford contra el Manchester United en 1998, al partido de mañana, frente al Dinamo en Kiev, donde se juegan el ser o no ser en la competición, han transcurrido 99 encuentros, algunos buenos, otros increíbles y más de uno para olvidar. Por el camino han quedado dos Copas de Europa, pero también semifinales de infarto, eliminaciones injustas y humillaciones en toda regla. Xavi aprovecha la vigilia de su nuevo récord para hacer un breve repaso a una historia que empieza a escribirse con letras doradas en el FCBarcelona.

¿Aún se acuerda del cabreo que cogió por no ir a Wembley con sus hermanos?

Bueno, visto con perspectiva, creo que mis hermanos exageraron sobre mi enfado. Les pregunté a mis padres y como vi que no había opción, me resigné y punto. Puede que me cayera alguna lágrima, pero tampoco mucho más.

De Atenas, ¿se acuerda más?

Sí, por desgracia. Lo pasé muy mal viéndola por la televisión. Al día siguiente me acuerdo que mi entrenador, Joan Vilà, nos puso el vídeo para que analizáramos qué hizo bien el Milan y qué hizo mal el Barça. Fue muy instructivo porque el Milan nos arrolló en todo, sin discusión posible.

Su primer partido en la Champions fue ante el Manchester United en Old Trafford, un poco fuerte ¿no?

Puede. Todo fue muy natural. Estaba en el banquillo, Van Gaal me llamó y me dijo que iba a saltar al campo, que calentara un poco. Antes de salir, me dijo que jugara con mi estilo y sin complicarme la vida, y eso hice. Estuve 20 minutos y acabamos empatando a tres.

¿Recuerda algún partido que le hiciera especial emoción?

Evidentemente, la final de Roma ha sido el más intenso y emotivo que he vivido sobre el campo, pero me quedo con el partido de vuelta de las semifinales ante el Chelsea, con el gol de Iniesta. Fue un orgasmo colectivo.

¿Y alguno para olvidar?

Alguno hay. A nivel personal recuerdo un partido ante el Chelsea en el que un tal Norris se dedicó a perseguirme por todo el campo. Daba igual que tuviera la pelota o no, que ahí estaba Norris. Es que me perseguía aunque atacara el Chelsea, era algo de locos. Un poco más y le invito a unas cervezas después del partido para saber qué había hecho yo para merecer algo así.

¿Qué eliminación le ha dolido más?

Los octavos ante el Chelsea de la temporada 2004-05 porque estuvimos muy cerca de remontar y al final no pudimos. Y también las semifinales contra el Manchester United de hace dos años porque estuvimos muy cerca de colarnos en la final.

¿Y la que sufrieron frente al Madrid en la temporada 2002-03?

Siempre duele perder ante el Real Madrid, pero en aquella eliminatoria hubo un jugador que marcó las diferencias: Zinedine Zidane.

Usted siempre ha declarado su admiración por el francés.

Yo no he jugado ante alguien de tanta calidad, talento y poderío físico. Cuando estaba bien, era algo insuperable. Hasta te hubieras puesto a aplaudirle en el campo por lo que hacía. Lástima que también fuera un poquito barriobajero y le gustara buscarte las cosquillas.

¿Mañana se juegan la vida en Kiev?

Por supuesto. La temporada pasa por este partido. Todo lo que no sea acceder a la siguiente fase es un fracaso.

¿Por qué?

Porque lo tenemos todo en nuestras manos para clasificarnos. No se trata de si empatas, te eliminan; o si pierdes, te quedas fuera. Te deben marcar dos goles de diferencia para eliminarte. No podemos fallar.

El problema es que hay aspectos a tener en cuenta, como el hecho de que el Dinamo también se juega la clasificación, el frío...

No me vale nada de eso. Somos el Barça, debemos salir a jugar como sabemos: a marcar goles y a ganar. Es importante clasificarse, pero también ser primeros.

Pep ha dicho que este es el partido más importante de la temporada, ¿está usted de acuerdo?

Rotundamente, sí. Este partido marcará la temporada.

¿Es optimista?

Creo que hay motivos para serlo. Por ahora, este equipo nunca ha fallado.

¿Tiene la sensación de que algunos lo ven como un trámite?

Ese sería el mayor peligro, creer que está todo hecho. Las sensaciones son buenas, pero hay que poner la puntilla.

¿Jugar la final en el Santiago Bernabéu motiva de una forma especial?

Pregúntemelo después del partido en Kiev. Ahora sólo me motiva este partido y es lo único en que pienso las 24 horas del día.

El Dinamo es un equipo que trae malos recuerdos en la Champions. Acuérdese de aquel 0-4.

Me acuerdo perfectamente. Fue un accidente que no se repetirá.

En tres años se han ganado más Copa de Europa que en cien, ¿qué le dice eso?

Que tenemos una generación prodigiosa que hay que exprimir hasta el final. Nos queda fútbol para rato y esto no se va a quedar así. Tengo la sensación de que la Copa de Europa nos debe más finales. Hay que seguir trabajando, insistiendo y luchando hasta la extenuación.

¿Y lo de cumplir cien partidos en la Champions?

Que me hago viejo. No, en serio, es un orgullo para cualquiera jugar tantos partidos en una competición tan prestigiosa.