Denunciante Constante
 |  Adolescente britanica de 17 años descuartizada por su novio.
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 | Con escalofriante serenidad, Carvalho, condujo a la policía hacia los lugares donde arrojó los restos de su descuartizada novia. Bordeando los matorrales, sonriente y hasta bromista, el brasileño Mohamed D'Ali Carvalho, condujo a la policía hasta los lugares donde había arrojado los restos descuartizados de su novia, la inglesa Cara Marie Burke. de 17 años de edad, quien pagó con su muerte intentar distanciarse del monstruo. Hace una semana se hallaron la cabeza, los brazos y una pierna en las proximidades de un río, a 30 kilómetros de la ciudad de Goiania, vecina a la capital, en un caso que ha conmocionado a la opinión pública en todo el mundo. La cabeza y los brazos de Cara Marie Burke fueron encontrados en el mismo lugar en que un habitante de la zona encontró el domingo la pierna izquierda, confirmó el comisario Carlos Raimundo Batista, de la Comisaría de Investigación de Homicidios de Goiania.   La conducta y confesiones de Carvalho dejan malparados a los abogados que, hasta hace 48 horas, sustentaban la estrategia de su defensa en que el psicópata había actuado bajo los efectos de la droga y se trataba de un hecho casual, del cual estaba “arrepentido”. Con lo que no contaban los defensores era el narcisismo del asesino quien, de acuerdo a su perfil psicópata, relató el crimen sin turbarse por lo horrendo de su cruel venganza. Y, para que no queden dudas, confesó oficialmente a la policía que asesinó a la joven británica porque ésta había amenazado con contarle a su familia y a la policía que era consumidor de drogas. Es decir, actuó premeditadamente, con ensañamiento y alevosía. No tuvo reparos para bromear e incluso posar sonriente ante los fotógrafos y camarógrafos, como si se tratase de una “hazaña”.  La Secretaría de Seguridad Pública de Brasil divulgó parte de la macabra confesión de Carvalho, quien conoció a la menor en Londres, donde se ofreció a acompañarla a visitar Brasil. -Ella estaba sentada en el sofá. Pasé por encima, le puse a mano en la boca... Ahí comencé a agujerearla (...) después arrastré el cuerpo al baño y lo dejé allí (...) y al otro día volví- relata el asesino. Carvalho fue a una fiesta esa noche (del sábado 26 de julio) y al día siguiente descuartizó el cadáver, según la confesión divulgada por la policía. "Compró un cuchillo mejor para cortar el cadáver", explicó el comisario de Homicidios. Tras el horrendo crimen, envió un mensaje escrito a su hermano con las fotografías de la cabeza de su novia Cara Marie Burke, sobre su propio pecho al lado de un cuchillo de carnicero sangriento. De acuerdo a los tratadistas, esta clase de psicópatas son impulsivos, violentos e incapaces de entablar relaciones afectivas duraderas, sin olvidar que goza con el dolor, no siente culpa y puede ser adicto al alcohol y drogas. Ese es el perfil del psicópata o sociópata que representa al 90% de los delincuentes que encaja con Carvalho, por lo que el criminal afrontaría una larga condena. “ Se trata de alguien que viola todas las reglas, que tiene sus propios principios y una particular forma de ver las cosas; entonces, tiende a ser manipulador, mentiroso, y abusa de los demás; es común que sea muy irritable, explosivo y violento, además de que le gusta ver el sufrimiento de la gente y no siente culpa por lo que hace. Tales características son clásicas del perfil de un delincuente”, sostiene el psiquiatra mexicano Apiquian Guitart. Por las características del caso, se aguarda con expectativa el debate de los peritos psiquiatras en torno al perfil de Carvalho y los antecedentes que lo convirtieron en una máquina de matar que se ensañó en una adolescente que creyó en sus promesas de amor.
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