Estas historias se las cuentan a uno en todas partes, en todos los estratos, en todos los barrios, siempre partiendo del supuesto de que a pesar de lo increíble es absolutamente cierto lo que relatan, siempre con el aire de verdad incontrovertible, con cierto dramatismo y con testigos volátiles e inconfrontables. Recordemos algunas: - Supuestamente secuestraron a un profesor en una pesca milagrosa. En el campamento guerillero reconoció a un compañero de bachillerato que llevaba 20 años en el monte. Conversaron mucho, desempolvaron recuerdos y afectos y finalmente el subversivo decidió que le iba ayudar a fugarse. En confidencia le pidió el favor de localizar a sus padres para advertirles que se fueran de Medellín en tal fecha ( Depende de la época, se la cuentan a uno con diciembre, semana santa, el 20 de Julio, el 7 de Agosto ) porque iban a realizar una toma guerrillera masiva a sangre y fuego de la ciudad, por todas las goteras, bloqueando las entradas y las salidas, probablemenete ocasionando miles de muertos y destrucción a granel. Finalmente el profesor ( o el ingeniero o el médico ) logra escapar y advertir oportunamente a unos cuantos elegidos
Otro de secuestrados es el de un rico señor que después de seis meses de cautiverio es liberado luego de pagar el rescate. Cuando logra volver a salir de su casa, su esposa lo convence de ir a un gran almacén de cadena a mercar y cuál no sería su sorpresa cuando en una de las cajas descubre a uno de los guerrilleros que lo custodiaba en el monte. Asustado, corre donde el gerente del hipermercado, le cuenta la historia, pero éste le dice que sí, que es cierto, pero que no puede hacer nada pues es la cuota de vacuna que deben pagar para que no les incendien el almacén o no les secuestren ejecutivos: dejar infiltrar informantes para detectar personas de buenos recursos económicos y aplicarles seguimiento.
Otro personaje fue secuestrado y aparentemente le aplicaron escopolamina. A los tres dias apareció en Policlínica, todavía obnubilado, con una gran cicatriz quirúrgica debajo de las costillas: lo habían retenido para robarle un riñón, posiblemente para un transplante. Por supuesto, a pesar de que todo mundo la cuenta como cierta, no explican cómo se logra coordinar la impresionante logística económica, científica, ética y técnica que esta cirugía requiere.