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Antiguo 19-11-2009 , 11:29:47   #3
luisarturo
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PixelSHERLOCK Finished Democracia o fascismo

La financiarización

La caracterización de la economía mundial neoliberal debe realizarse a partir de la crisis de rentabilidad que aflora entre finales de los años sesenta y primeros setenta. En esos años la tasa de rentabilidad que obtiene el capital en proporción a su inversión comienza a deteriorarse seriamente. La aplicación del paquete neoliberal –posteriormente conocido como el Consenso de Washington– permitió el restablecimiento de la tasa de rentabilidad por dos vías:
Mediante el aumento de los beneficios de los que se apropia el capital en actividades que ya le eran rentables, así como a través de la reinserción en la lógica mercantil de espacios que hasta entonces, fruto de conquistas sindicales y sociales históricas, se encontraban protegidos de dicha lógica (sistemas de sanidad, viviendas públicas, pensiones, servicios sociales, sistemas financieros públicos, etc.).

Además, la liberalización y desreglamentación de los mercados de trabajo abrió la puerta a la multiplicación de las figuras contractuales, el incremento de la precariedad laboral y la quiebra de la capacidad reivindicativa de los asalariados.

En este contexto de respuesta ante los problemas de rentabilidad en la esfera productiva, la ofensiva neoliberal se concentra en liberalizar y desreglamentar el ámbito financiero. Así, establecido un sistema de tipos de cambio dirigido por el mercado (1973), durante los años ochenta y noventa los gobiernos de prácticamente todos los países van decretando el fin de las reglamentaciones sobre el crédito, la liberalización de los movimientos internacionales de capitales y la desreglamentación de los mercados de acciones (que se conectan entre sí). Además, se impulsan de manera formidable mercados como los de deuda pública, de divisas, de obligaciones, y de nuevos productos financieros como los derivados (títulos financieros que no representan activos reales, sino que se sustentan sobre otros activos financieros). Por último, se incorporan ciertos países subdesarrollados (los llamados “mercados emergentes”: Brasil, China, Rusia, India, etc.) a la dinámica mundial de las finanzas de mercado, constituyéndose en nuevos espacios de negocio para el capital financiero internacional.

De esta forma, el “corsé keynesiano” que ha mantenido durante las décadas anteriores a las finanzas como una actividad subordinada a las necesidades de la actividad productiva, salta por los aires, mientras que los mercados financieros se convierten en sí mismos en una fuente aparentemente ilimitada de beneficios.

Efectivamente, se registra un crecimiento colosal del “negocio financiero”, que va paulatinamente desconectándose de la dinámica de la economía productiva. Para referirse a esta nueva y creciente importancia de las finanzas dentro de la actividad económica algunos autores acuñan el concepto de financiarización.

Sintéticamente se trata de designar así la existencia de un nuevo “patrón de acumulación en el cual la realización de beneficios tiene lugar fundamentalmente a través de los canales financieros, en lugar de a través del comercio y la producción de mercancías” (Krippner, 2005).

De este modo, el capital financiero adquiere la capacidad de valorizarse en un circuito ensimismado, creando enormes bolsas de capital ficticio que no financian la actividad productiva, lo cual estimula la tendencia intrínseca del capitalismo a la formación de burbujas especulativas, que tarde o temprano terminarán estallando y poniendo en crisis todo el sistema económico.

La naturaleza ficticia de los activos financieros se evidencia en el hecho de que los flujos de los mercados financieros desbordan el valor de las variables económicas fundamentales (expresión de la riqueza real producida), como puedan ser el PIB, la inversión empresarial, el comercio internacional o el nivel de reservas mundiales. El mercado de divisas es un buen ejemplo de ello: el volumen de divisas negociado en un solo día en 2006 era muy superior al valor diario de las principales variables de la economía real (15 veces superior al PIB mundial, 60 veces superior al comercio mundial y 800 veces por encima de la inversión extranjera directa internacional). También las bolsas han sido un ámbito privilegiado para la formación de estas burbujas financieras. Mientras que la actividad productiva real estaba creciendo a escala mundial en torno al 3-4% entre 2002 y 2007, la bolsa experimentaba crecimientos del 15-25% anual.

Otra burbuja especulativa es la de la Deuda Externa. La actual crisis global implicará un doble agravamiento de la crisis de la deuda externa, pues la deuda se revaluará y los ingresos de los países en desarrollo se disminuirán.

Los países en desarrollo pagaron hasta 2007, 102 veces lo que debían en 1970. Pero, su deuda externa se multiplicó por 48 veces.

Desde 1985 hasta 2007 los países en desarrollo hicieron una transferencia neta hacia los países industrializados, de 759.000 millones de dólares.

La financiarización se concreta en la paradoja de un capital especulativo del orden de los 1.000 billones de dólares, mientras que el Producto Bruto Mundial se acerca a los 60 billones de dólares.

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