El capitalismo como sistema sufre varias crisis, por los daños que le causa a la naturaleza y a la humanidad, y en respuesta la opinión mundial rechaza crecientemente tanto la guerra imperialista, como la salvaje explotación capitalista.
La crisis capitalista al ser descargada en hombros de los trabajadores y de los pueblos, genera protestas, movilización social y una oportunidad para liderar alternativas favorables a las mayorías nacionales, que se traduzcan en paz, democracia y bienestar.
Por su parte la ínfima minoría de súper ricos, para mantener y acrecentar sus enormes riquezas, persigue incrementar la explotación humana y del planeta, lo cual sólo estima posible por medio de escalar la guerra imperialista, echando mano del totalitarismo estatal; lo que significaría la reaparición de la epidemia del fascismo.
Como el desplome es tan grande, es un consenso generalizado la necesidad de medidas de corto plazo para enfrentar este cataclismo, unidas a una reconstrucción en el largo plazo.
Este colapso del capitalismo neoliberal obliga ahora a las naciones a construir formas de producción, de desarrollo y de Estado, que superen los desastres del viejo orden.
Lo cierto es que estamos ante la obligación de desarrollar una forma superior de sociedad, que deje atrás la explotación inmisericorde de la humanidad y de la naturaleza, que no puede ser otra que el Socialismo.
Las incertidumbres
Ya nadie discute si la economía mundial está en crisis, puesto que la mayoría de los países industrializados ya oficializaron que están en recesión y esto afectará a todos los países sin excepción. Ahora la polémica se presenta en torno a cuándo y cómo se tocará fondo y de qué gravedad serán las consecuencias sociales y políticas.
Lo que obliga a la humanidad a enfrentar grandes incertidumbres, como:
? Ante la crisis del neoliberalismo, ¿Cuál será el nuevo modelo capitalista?
? Frente a la crisis sistémica del capitalismo, por la financiarización -hegemonía del parasitismo financiero-. ¿Cómo y cuándo será posible un nuevo ciclo de reactivación?
? En reemplazo a la crisis de hegemonía del imperialismo norteamericano, ¿cómo se recompondrán los bloques de poder mundial?
? La descomposición del antiguo orden se demuestra en la crisis de los principales medios de regulación mundial, tanto económicos, como políticos: FMI, BM, el dólar como patrón monetario mundial, ONU). ¿Cuáles serán las nuevas reglas del juego geopolítico mundial?
? La inocultable crisis de civilización burguesa, expresada en las crisis económica, ambiental, energética, tecnológica, alimentaria, demográfica, urbana y ética, obliga a interrogar por ¿cuál es la alternativa para la humanidad?
? En consecuencia se agudizan los conflictos sociales, que pueden configurar una esperanza de cambio, entonces ¿podrá reactivarse el Movimiento Revolucionario Mundial?
? Para recomponerse se produce de nuevo el atrincheramiento del capital en los Estados-nación y surge la necesidad de nuevas guerras. ¿Será Venezuela el nuevo objetivo imperialista?
Las crisis son cíclicas
A raíz de la crisis actual, se está retomando el análisis marxista, que demostró como el capitalismo genera crisis periódicas, producto de sus propias contradicciones y por tanto se hacía necesario otro modelo económico más justo y estable, a eso se le llamó teoría de las crisis cíclicas del capitalismo.
Según la teoría marxista del valor, sólo la fuerza de trabajo crea valor, en la fase productiva del ciclo de reproducción del capital. Pero, el salario que se le retribuye al obrero, apenas representa una parte del valor generado. El valor excedente representa la plusvalía, que se la apropia el capitalista.
La razón de ser del capitalismo es aumentar constantemente la acumulación de capital, pero para poder ser competitivo, necesita abaratar los costos de producción y estar aumentando la inversión en medios de producción, es decir, que para mantener su tasa de ganancia necesita una alta inversión, lo que significa que está invirtiendo menos en fuerza de trabajo, quienes son los que generan la plusvalía. Esto es lo que se conoce como crisis de valorización.
Así se establece la tendencia descendente de la tasa de ganancia, que se compensa con el aumento de la tasa de explotación y se constituye en un factor importante de las crisis. Cuando se dificulta mantener la tasa de ganancia, los capitales se trasladan del sector productivo al sector especulativo, apareciendo la financiarización, que agrava las situaciones de crisis.
El desarrollo científico y tecnológico aplicado a la producción, lleva al aumento de la productividad, con la maquinización, la producción en serie y una mayor explotación de los trabajadores, mediante la extracción de la plusvalía. Además, como el capitalismo tiene una producción anarquizada (se cree que toda oferta crea su propia demanda), como se produce para la ganancia y no para cubrir las necesidades; entonces, al no planificarse la economía y con el aumento de la productividad se genera una sobreproducción, acompañada de una incapacidad de consumo de una gran masa de la población.
Así se presentan las crisis de realización cuando la masa de trabajadores no puede comprar el grueso de los artículos de consumo y por tanto el capitalista no puede realizar la plusvalía. Esto a su vez va generando un estancamiento en el sector productor de bienes de consumo, que le impide adquirir las nuevas maquinarias y ocasionan el estancamiento en el sector productor de bienes de capital, así se presenta la crisis de desproporcionalidad entre los sectores productivos
La plusvalía que se le quita a los trabajadores en la ganancia capitalista, impide que una parte considerable de bienes de consumo se puedan vender, porque quienes los necesitan no tiene con qué comprarlos. Es por ello que las crisis capitalistas no son por escasez, sino por superproducción, pero como la producción se monta para generar ganancia, entonces no se puede regalar nada, por ello se prefiere destruir las mercancías que no se vendan, antes que distribuirlas en la gente empobrecida.
Durante las crisis se estrangula el ******o productivo y se disparan las actividades del capital financiero, pero esta dinámica genera unas burbujas especulativas que terminan reventando y colapsando todo el sistema, con la caída de las bolsas de valores, la quiebra de los bancos, el cierre de las fábricas; el desempleo se generaliza, con sus secuelas de hambre y miseria. Pero la forma más efectiva que encuentran los capitalistas de destruir esos excedentes económicos, es la guerra.
La teoría marxista de las crisis cíclicas dice que el capitalismo funciona con periodos de auges y de crisis, que se van dando ciclos cortos y largos. Kondratieff hace una revisión histórica y concluye que los ciclos largos se dan cada 50-60 años, con fases de crecimiento y recesión entre 25-30 años. En la época del capitalismo moderno, los ciclos largos se han dado a partir de los siguientes años: 1790, 1848, 1893 y 1945.
El último ciclo, tiene una fase de crecimiento hasta 1968-1973 y a partir de ahí se está en una fase decreciente que no ha tocado fondo. Esta última fase recesiva debería llegar hasta 1992 o el 2003, si nos atenemos a las fases cortas o largas, sin embargo, se ha estado alargando más de las tendencias anteriores, por la intervención del Estado, pero cada vez la crisis va adquiriendo proporciones más devastadoras.
Varios analistas consideran que se tocará fondo entre el segundo semestre del 2009 y el primero del 2010 y que tendrá la forma de V, es decir que se tocará fondo e inmediatamente se iniciará el quinto ciclo de Kondratieff. Sin embargo, otros consideran que ese quinto ciclo nunca llegará, puesto que ya son evidentes todos los indicadores que vaticinan un colapso inminente del sistema capitalista, así el ciclo terminará en L. También están los que creen que el ciclo terminará en U, con un tiempo de varios años para volverse a reactivar. No faltan los que pronostican una situación en W, es decir, que intentará reactivarse el nuevo ciclo, pero vendrán nuevas recaídas.
La hegemonía gringa
En la Gran depresión de 1929, la crisis económica llevó al cierre de Wall Street (el centro bursátil y financiero de EEUU), las bolsas de valores mundiales cayeron y se generalizó la quiebra de bancos y luego de las fábricas, trayendo la desocupación y la hambruna generalizadas.
Luego es la industria militar la que genera la recuperación que permite lograr los arsenales bélicos y los apertrechamientos logísticos para desencadenar la segunda guerra mundial. La forma más rápida de eliminar la superproducción es la guerra, por ello para el capitalismo las guerras son necesarias, así el negocio de la destrucción permite eliminar los excedentes productivos y luego permite el negocio de la reconstrucción.
El último ciclo largo arranca en 1945, después de la segunda guerra mundial que dejó a toda Europa destruida y una parte de Asía y África, con el trágico saldo de 60 millones de muertos. La reconstrucción permite un ciclo sostenido de crecimiento durante tres décadas. En este periodo se aplica la teoría de Keynes, donde el Estado regula la producción, para evitar la superproducción, interviene la economía para dar empleo y garantizar una demanda efectiva, la tasa de ganancia capitalista se regula bajando los salarios, brindando el Estado el empleo improductivo con la ejecución de obras públicas importantes y manejando la inflación. La fase de crecimiento keynesiano se le conoce como el “Estado del bienestar”.
Después de la segunda guerra mundial, Estados Unidos emerge como la principal potencia económica a nivel mundial. Con el acuerdo de Bretton Woods, de julio de 1944, se imponen las nuevas reglas de juego imperialistas, en donde todas las ventajas quedan para EEUU, allí se crea el FMI, el Banco Mundial y se estable que el dólar debe ser el patrón monetario mundial, remplazando al oro; por tanto, las reservas nacionales de todos los países se guardan en dólares y la gran mayoría de países quedan endeudados con EEUU, quien financia la reconstrucción.
De esta forma, el imperialismo norteamericano impone su dominación basado en la descomunal industria militar y en el usurero sistema financiero de la deuda externa y demás actividades especulativas.