DeNunCianDo - Ver Mensaje Individual

**CM PUNK** · 18-11-2009 , 15:50:31

La pregunta podría dar nacimiento a (o ser el resultado de) un nuevo mito urbano. Así como se especula sobre redes que secuestran gente en el baño de su oficina y le quitan una oreja, o ciudades debajo de las ciudades que conocemos, o búnkeres de la mayor tecnología, que los gobiernos han ideado para reconstruir el mundo después del holocausto nuclear...
El concepto de mamerto es muy claro, desde hace algo así como 30 años: gente con poca capacidad de análisis, que se cree el cuento que les echan unos agitadores de izquierda, y que repiten ciegamente una consignas alucinadas, que no entienden y que no les representan ninguna utilidad en su vida personal; el himno del mamerto es, “El pueblo unido, jamás será vencido”.

Los mamertos clásicos han tenido siempre su lugar en la historia y en la política de Colombia, pues la izquierda y sus seguidores son como la cara oscura de la luna: sin ella, no existiría el lado luminoso que todos vemos.

Pero desde que Alvaro Uribe Vélez, , rige los destinos de esta gloriosa nación... el mamertismo se ha hecho más evidente y, cosa interesante, se ha diversificado.

Seguramente porque así como el mejor estudiante de la clase hace ver con su desempeño, quiénes son los mediocres del salón, en forma análoga el pensamiento y los actos de Alvaro Uribe Vèlez nos han mostrado a todos cómo es un verdadero líder. Y nos han permitido abrir los ojos a la incompetencia y la mediocridad de los que le antecedieron.

Ejemplos de mamertismo del siglo 21 son:

El trío GaSamPa (Gaviria, Samper, Pastrana), quienes en 12 años hicieron su mejor esfuerzo por entregarle a Alvaro Uribe Vèlez, el país en ruinas que tan esmeradamente nuestro presidente ha sabido retornar a la Gloria. Mamertos investidos de una inmerecida dignidad. Dignidad que no son capaces de honrar y se convierten en simples pandilleros que ostentan un dudoso título de “ex presidentes”
Rafael Pardo, nominalmente liberal pero cuyos actos y pronunciamientos lo delatan como un mamerto de cuello blanco.
Félix de Bedout, curioso ejemplar de periodista que sufre repentinos y violentos ataques de rabia canina cuando entrevista a personajes que no gozan de su estima. Una vez lo vì entrar al edificio donde operan los estudios de Noticias Uno, conduciendo un deseable Citroen C5, lo cual me sugiere que este sujeto representa una nueva especie: el mamerto burgués. Personajes que disfrutan de comodidades reservadas a unos cuantos, pero se mimetizan en la masa informe de mamertos quejosos y descontentos.
Toda clase de ONGs y sus representantes y directivos. Talvez el referente es Human Rights Watch, pandilla comandada por un sujeto de lo más agresivo e irrespetuoso, quien se da el gusto de viajar, alojarse en buenos hoteles, comer... y despotricar de los gobiernos de los países en donde vacaciona con gastos pagos. Localmente, basta mirar esperpentos como la Fundación Chiminigagua, invento del hiper mamerto Venus Albeiro Silva, que aparenta ser una organización cultural y resulta no ser otra cosa que una fachada para conseguir contratos y darle puesto a sus amistades y familiares... comenzando por su cónyuge.

La lista sería inacabable... pero volviendo a la pregunta... ¿Existe el mamerto uribista?

Yo sostengo que NO existen mamertos uribistas, ni siquiera existen mamertos de derecha.

Veamos porqué:

El mamerto es perdedor por naturaleza. Le tiene terror al éxito. Le da pereza. No le gusta asumir retos. No piensa que valga la pena esforzarse por nada. El uribista de pura cepa, incluso el ser humano promedio, jamás contempla siquiera cosas como estas.
El mamerto tiene por principio de vida, quejarse por todo, acusar a otros como culpables, y esconderse cuando hay que trabajar para arreglar los problemas. Un uribista (incluso, un ser humano normal) se queja poco, delimita el problema, concreta soluciones y levanta la mano como primer interesado en trabajar para corregir cuanto antes lo que hay que corregir.
El mamerto se queja por todo pero en el fondo, no le interesa que las cosas cambien, porque en últimas se beneficia del desorden reinante. El uribista de pura cepa (incluso cualquier persona normal) busca soluciones de fondo y permanentes, porque entiende que cuando las cosas se aplazan, se acumulan efectos cada vez más nocivos y severos.
El mamerto maquina formas de sabotear a otros, de hacer creer que las cosas no funcionan... y sus intentos de sabotaje le resultan al revés y se vuelven en su contra.
Al mamerto le gusta que le den todo hecho, que otros trabajen por él. Un uribista de pura cepa (incluso un ser humano promedio) quiere conocer el porqué y el cómo de las cosas, hacer por sí mismo, enseñar a otros a lograr cosas por sí mismo.

Y la lista, nuevamente. Puede ser muy larga.

Alguien podría preguntarme, ¿Cómo se explica que haya mamertos entre los liberales, incluso dentro de algunos partidos uribistas? Tengamos en cuenta lo siguiente:

Los partidos uribistas no llevaron al poder a Àlvaro Uribe Vèlez. Uribe llegó solo, sin cacicazgos y sin maquinarias políticas. Posteriormente se formaron los partidos uribistas, conformados en su mayoría, por oportunistas que identificaron en el uribismo, un nicho interesante para vivir como paràsitos.
No existen mamertos liberales, pero sí hay liberales mamertos. El mamerto es mamerto, y punto. Es decir, un liberal es liberal, pero muy difìcilmente podrìa degenerar en mamerto; posiblemente, sólo en caso de exposición a sustancias tóxicas o a radiacioes mutagénicas, y nada más. Pero a un mamerto le es muy fàcil mimetizarse, no solamente entre liberales; aún en empresas multinacionales del primer mundo, se encuentran mamertos de lo más recalcitrante.
Entonces, una vez algunos oportunistas identifican la oportunidad de hacer una camarilla de sinverguenzas y ponerle un nombre rimbombante, alinearse con las ideas de moda y capitalizar votos y favores politicos, lo hacen... pero a la hora del compromiso con los ideales, a la hora de actuar como hablan y como dicen que piensan... se enfrían.

CONCLUSIÓN: Los mamertos han existido desde siempre y existirán por siempre. Son un defecto de la especie humana, muy difìcil de erradicar; son como el 5% de margen de error que puede estar presente en toda actividad humana. No obstante, los principios humanos, personales y sociales que caracterizan a las personas que nos identificamos con Alvaro Uribe Vélez, no son compatibles con el proyecto de vida mamerto. Por otra parte, la incompatiblidad es tan profunda, que es casi imposible que un mamerto se mimetice como si se identificara con Alvaro Uribe Vélez.

Es decir, no hay mamertos uribistas ni uribistas mamertos.

Lo lamento por los mamertos, pero esto les cierra la posibilidad de salir del estado de postración que los ha caracterizado. Condenados por la eternidad a seguir siendo mamertos, sin opción de trascender su miseria; en el mejor caso, a lo sumo podrán acercarse a la mediocridad de los partidos políticos de siempre; en el mejor caso, a lo sumo vegetarán en alguna entidad pública o en alguna empresa privada de medio pelo (el negocio del primo...) hasta pensionarse o “arreglar” su pensión.

Mientras tanto, el 95% de humanos normales seguiremos trabajando por el crecimiento de la especie... como ha sido desde los tiempos de las piràmides de Egipto, como lo fue en la Revolución Industrial, como lo es hoy ante los desafíos que nos plantea el cambio climàtico y la sostenibilidad del planeta.