Por ahi dicen y con razon, que cada pueblo tiene el gobernante que se merece!!!

Lo que van leer a continuación es un escrito de un profesor eminente, reconocido y que le duele lo que esta pasando con nuestro país!....seguramente muchas más personas como estas....que lamentablemente no se atreven a hablar.

Esta dictadura tílda de izquierdista y terrorista a quien no comparte ó se pronuncia en contra de las politicas de este eterno gobierno....ahi les va:

Como en el dilema de Hamlet ¡Esta es la cuestión! Conviene contrariar al unanimismo, al pensamiento único que se ha establecido en Colombia, en torno a la política central del actual gobierno. En la sociedad cerrada, atornillada por grandes medios obsequiosos al poder, solo se es buen ciudadano si se está con la seguridad democrática. Los intelectuales orgánicos del establecimiento mediático y del Estado, incluso con las mejores intenciones, suelen revirar a quien ponga en duda la legitimidad de esta política.

Están dispuestos a aceptar que se cometió tal o cual exceso, y a renglón seguido, todos a una, terminan dogmatizando: se necesita seguridad democrática. El caso más notorio es el de los falsos positivos. ¿Quién en Colombia, del Presidente para abajo, puede estar de acuerdo con semejante barbaridad?

Pero, los falsos positivos, verdaderos crímenes de Estado, son la aplicación coherente de la política de seguridad democrática. La responsabilidad político-constitucional no radica en sargentos y coroneles que la tienen en materia penal. Son el Señor Presidente y su entonces Ministro de Defensa los responsables. Una masacre tan sistemática, horrorosa, que indigna a las conciencias libres y éticas, cometida por la Fuerzas Armadas constitucionales no puede terminar con el señalamiento de unos chivos expiatorios. Pero los intelectuales orgánicos y los dirigentes políticos, nos dicen: eso se corrige y continuemos.

La mayor aventura militarista en presupuesto y conversión del país en un protectorado del gobierno de los Estados Unidos, con su Plan Colombia y la cesión de siete bases militares a las Fuerzas Armadas de la gran potencia para su uso, son aplicación de la doctrina de la seguridad democrática. Los pilares de esta doctrina, lucha contra el terrorismo y el narcotráfico para brindar garantías a la inversión extranjera, están en el acuerdo nefando de las bases.

Y, los intelectuales orgánicos escriben: hay que continuar con la seguridad democrática, en vez de mirarnos en el espejo actual de Afganistán. ¡Elemental! Sin seguridad democrática no habría cesión de soberanía a tropas extranjeras.

La seguridad social en Colombia es el factor decisivo para resolver la crisis nacional. Pero no existe, se ha desmantelado, crece el desempleo y la pobreza. Aquí se celebra que se reduzca en uno o dos dígitos el analfabetismo, manteniendo cifras que van del 7% al 10%. Una vergüenza. Colombia es uno de los países más desiguales del continente y del mundo: la concentración de la riqueza y la propiedad son obscenas y escandalosas. Manifiestamente injustas y oprobiosas. Es la derecha reinando con el Pacto de Impunidad como regla de oro.

Y los intelectuales orgánicos replican: hay progreso, algo se avanza, continuemos con la seguridad democrática.

Lo máximo que conceden, esos intelectuales orgánicos, poniendo cara de circunstancia, es que continúe la seguridad democrática, pero sin el presidente Álvaro Uribe. Consuelo de tontos que esconde una crítica personalista y banal.

La ecuación es otra: democracia segura, con igualdades y libertades. Un plan de empleo digno, reforma agraria campesina e indígena. Educación para todos. Política internacional de buenos vecinos y afirmación de la soberanía. Desmantelamiento del Estado Policía y del presidencialismo bonapartista. Creación de un contexto a la solución política del conflicto armado.