Ver Mensaje Individual
Antiguo , 10:44:07   #1
Predeterminado La batalla de la luz y las sombras Calificación: de 5,00

Los mejores licores
La batalla de la luz y las sombras:
Para muchos, simples personajes mitológicos, para otros, mensajeros del Creador en la Tierra y guardianes del bienestar de los humanos. Aunque se ha escrito mucho sobre ellos, en realidad sabemos muy poco sobre su extraña y singular naturaleza, así como sobre sus enemigos: los demonios, las huestes del mal y los habitantes de las sombras. Tanto es así que podemos llegar a confundir a los primeros con los segundos.

Ángeles y demonios



PREFACIO: Historia sobre los ángeles caídos o demonios.
Cita:


Antes de admitir a los Angeles a la visión plena de Su Gloria (Visión Beatífica), Dios los sometió a una prueba, al igual que el hombre tuvo su prueba.

La naturaleza de la prueba no se conoce con certeza, pero muchos teólogos sostienen que el Padre Eterno reveló a los Angeles la futura Encarnación de Su Divino Hijo, y les hizo saber que al Dios-hecho-Hombre deberían rendir adoración.

Luzbel, uno de los más gloriosos, elevados y bellos Angeles de la Corte Celestial, deslumbrado y ofuscado por el orgullo, habiéndose atribuido a sí mismo los maravillosos dones con que el Creador lo había dotado, se rebeló contra Dios, no aceptó el supremo dominio del Señor y se constituyó así en el "adversario" de su Creador levantando su gran grito de rebelión y de batalla: "No serviré" (Jer. 2, 20). "Seré igual al Altísimo" (Is. 14, 14). Muchos Angeles le siguieron en su orgullo. Se dice que hasta un tercio de ellos (ver Ap. 12, 4) . Pero en ese momento otro gran Arcángel, igual en belleza y gracia que el arrogante Lucifer, se postró ante el Trono de Dios y, en un acto de adoración profunda, opuso al grito de batalla de Lucifer uno de amor y lealtad: "¿Quién como Dios?" ("Miguel").

Y es así como San Miguel Arcángel obtuvo su nombre con su grito de fidelidad, y es así como Luzbel se constituyó él mismo en Lucifer, "Satanás" ("adversario"), el Enemigo, el Diablo. A éste se han aplicado las palabras del Profeta Isaías: "¿Cómo caíste desde el Cielo, estrella brillante, hijo de la Aurora? ¿Cómo tú, el vencedor de las naciones, has sido derribado por tierra? En tu corazón decías: 'Subiré hasta el Cielo, y levantaré mi trono encima de las estrellas de Dios ... subiré a la cumbre de las nubes, seré igual al Altísimo' Mas ¡ay! has caído en las honduras del abismo." (Is.14, 12-15). (Según los exégetas estas palabras son una parábola alusiva directamente al Rey de Babilonia e indirectamente a Satanás, cuyo espíritu y acciones se reflejaban en la conducta del Rey)

La conclusión de esta batalla entre los Angeles Buenos y los ángeles malos se encuentra en el Apocalipsis (12, 7-10): "En ese momento empezó una batalla en el Cielo: Miguel y sus Angeles combatieron contra el Monstruo. El Monstruo se defendía apoyado por sus ángeles, pero no pudieron resistir, y ya no hubo lugar para ellos en el Cielo. Echaron, pues, al enorme Monstruo, a la Serpiente antigua, al Diablo o Satanás, como lo llaman, al seductor del mundo entero, lo echaron a la tierra y a sus ángeles con él".


Dice San Pedro: "Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que los encerró en cavernas tenebrosas, arrojándolos al Infierno" (2a. Pe. 2, 4). "No hay arrepentimiento para ellos después de la caída, como no hay arrepentimiento para los seres humanos después de la muerte" (San Juan Damasceno). Y el Catecismo nos dice que no fue por un defecto de la Misericordia Divina que el pecado de los ángeles caídos no fuera perdonado, sino debido al carácter irrevocable de su elección.

En el principio, cuando nada estaba creado, surgió la luz y se diferenció de la oscuridad dando nacimiento a dos mundos de características opuestas e irreconciliables. La luz se convirtió en la manifestación del bien y dio lugar a los ángeles. La oscuridad supuso la emanación del mal y en ella prosperaron los demonios. Luz y oscuridad, ángeles y demonios se enfrentan desde el origen de los tiempos en una lucha sin cuartel que todavía continúa. Según narra la Biblia en el Génesis, el primer día de la creación Dios dijo: “¡Hágase la luz!”.

Y la luz se hizo. Como Dios vio que la luz era buena, estableció una división entre la luz y la oscuridad y llamó a la primera “día” y a la segunda “noche”. Contado así, se reconocen unos matices que caracterizarán ya para siempre ambos mundos. Por ejemplo, se dice que la luz era buena y por eso Dios la separó de la oscuridad. Aunque no esté explícitamente formulado, se deduce que la oscuridad es mala. Así quedan establecidos, desde el origen de la creación, los dos campos opuestos que, poco a poco, se irán cargando con sus exclusivos significados. La luz será símbolo de nacimiento y vida, de calor y conocimiento, de elevación espiritual, de seres relacionados con la Divinidad y con las alturas celestiales. Por el contrario, la oscuridad representará la degeneración y la muerte, el frío y la destrucción, las bajas pasiones, la oposición sediciosa a la Divinidad y los abismos infernales del inframundo. Surgirán los ángeles [MÁS ALLÁ, 64, 81, 148, 157, 178 y 188], seres benéficos hechos de espíritu y fulgor, que se dispersarán por los cielos y la Tierra para cumplir las órdenes de Dios formando el ejército de “los buenos”, al que se sumarán otras entidades solares y luminosas procedentes de diferentes épocas y culturas, como las hadas y los elfos. También aparecerán los demonios, espíritus maléficos que viven en las tinieblas del abismo y que se ocupan de entorpecer las obras de Dios. Constituyen el ejército de “los malos”, y también se unirán a él otros seres malévolos, como las brujas y los genios de la oscuridad. Así se establecieron los dos bandos enfrentados en una lucha que se inició en tiempos inmemoriales y cuyo fin no se vislumbra. En tiempos modernos, numerosas novelas han utilizado la ficción para plantear esta eterna disputa entre la luz y la oscuridad, como la trilogía El señor de los anillos, de Tolkien. Para quienes, con independencia de sus ideas religiosas, creen en la existencia del bien y el mal como dos grandes fuerzas opuestas, el resultado de esta lucha es fundamental, ya que lo que está en juego es el sentido del mundo y el destino del ser humano. Y, según afirman todas las tradiciones, al común de los mortales nos interesa que ganen “los buenos”.

Comentarios Facebook

__________________
"Todos los que parecen estúpidos, lo son y, además también lo son la mitad de los que no lo parecen."
Juanito20 no está en línea   Responder Citando

compartir
                 
remocion sep Gold sep Silver sep Donar

marcaNo Calculado   #1.5
SponSor

avatar
 
Me Gusta denunciando
Estadisticas
Mensajes: 898.814
Me Gusta Recibidos: 75415
Me Gustado Dados: 62988
Fecha de Ingreso: 02 jun 2006
Reputacion
Puntos: 1574370
Ayudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen camino
emoticon Re: La batalla de la luz y las sombras

 
Los mejores licores
 
   
   
_______________________________________________
Publicidad :)
conectado
 
Page generated in 0,06790 seconds with 12 queries