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docku
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Predeterminado Respuesta: Misterios de la segunda guerra mundial

El final de Mussolini

En marzo de 1945, Mussolini a través del cardenal Schuster trató de establecer una rendición con los aliados, con la única condición de que se respetara su vida y la de sus hombres de la RSI.La rotunda negativa de Churchill a cualquier propuesta que no contemplara la muerte del Duce alimentó durante los años de posguerra el manejo de varias hipótesis, algunas de las cuales tuvieron no pocos fundamentos.

La sincera amistad que existió entre Churchill y Mussolini durante más de veinte años quedó plasmada en una voluminosa correspondencia entre ambos estadistas, parte de la cual desapareció misteriosamente al término de la guerra.Cada vez que Churchill visitaba Italia, el Duce en un gesto inusual lo invitaba a su casa en la Villa Torlonia, donde compartía la mesa familiar con su esposa e hijos.En veintidós años de poder, Mussolini que protegía con celo su vida íntima y familiar, invitó a Villa Torlonia sólo a dos hombres de estado.Uno de sus huéspedes fue el Mahatma Gandhi, por quien Mussolini sentía una gran admiración.El otro invitado de lujo fue Winston Churchill quien por su parte de deshacía en elogios al Duce cada vez que podía y ante los más diversos auditorios.Esta entrañable amistad, llamativamente siguió vigente aún después del ingreso de Italia en la guerra al lado de los alemanes en 1940, un dato que sólo sirve para alimentar las más variadas(y acaso disparatadas) leyendas con respecto al papel que jugó Mussolini durante la guerra.Fueron tantos los desaciertos estratégicos cometidos por Italia en todos los frentes de batalla, que es lícito sospechar en algún acuerdo secreto entre italianos e ingleses con el fin de perjudicar a Hitler.La hipótesis de que Mussolini haya seguido un juego elaborado por Churchill puede parecer de entrada como algo descabellado pero la sucesión de errores cometidos por Italia durante el curso de la guerra superan cualquier despropósito e imprevisión de mando.En Africa del Norte los italianos se rendían casi sin combatir y muchas veces preferían caer prisioneros en manos de los ingleses antes que seguir peleando con los odiados alemanes.El inoportuno ataque italiano a Grecia llegó a tener ribetes cómicos que son incompatibles con el mínimo sentido común.Los italianos de invasores pasaron a ser presas del rudimentario y arcaico ejército griego que, de no haber mediado la intervención alemana, hubiesen terminado en las calles de Roma.Los alemanes más tarde pagarían muy caro su intervención en los Balcanes debiendo retrasar el ataque a Rusia en cinco semanas que se revelarían fatídicas ante la proximidad del letal invierno ruso.Los despropósitos italianos comenzaron el mismo día en que Mussolini anunció su entrada en la guerra, cuando en vez de ocupar la estratégica isla de Malta, se embarcó en un ataque estéril, a través de los Alpes, contra una Francia ya derrotada que, sin embargo, luchó heroicamente contra los italianos causandoles enormes pérdidas en materiales y vidas humanas.El paseo triunfal de un ejército italiano conducido por duques, marqueses y condes se transformó en una pesadilla que para suerte de los italianos culminó pocos días después con la rendición de Francia ante las tropas de Hitler.Los despropósitos italianos fueron de tal magnitud que los propios alemanes pronto prefirieron combatir solos antes que con la ayuda de los contingentes italianos.La actitud de Rommel en Africa del Norte al término de la batalla de El Alamein es muy ilustrativa en este aspecto.Durante su famosa retirada por el desierto africano decidió abandonar a su suerte a los contingentes italianos que estaban a su cargo en un claro ejemplo del desprecio que los alemanes sentían por sus aliados latinos.Un cuidadoso estudio del Estado Mayor italiano nos muestra que estaba compuesto de experimentados generales y mariscales de campo que más allá de sus propias limitaciones y rencillas internas contaba en sus filas con nombres rutilantes como los mariscales Graziani, Badoglio y Cavallero además de jerarcas sumamente capacitados, tal el caso del jefe de la aeronáutica, el as de la aviación Italo Balbo.En consecuencia resulta difícil de creer que generales de tanta experiencia, todos ellos con el recuerdo todavía fresco de Etiopía fueran tan ingenuos y tragicómicos en sus decisiones militares al punto de hacer peligrar todos los planes del Eje.El propio Balbo, durante la guerra fue abatido mientras piloteaba su avión por la artillería antiaérea italiana que lo confundió con un avión aliado.Acaso este hecho simbolize la total falta de coordinación entre el ejército y la aeronáutica italiana.Suponiendo que la desastrosa intervención italiana responda exclusivamente a la falta de preparación de su ejército, a la incapacidad de mando de sus generales y a la incompatibilidad innata del ser italiano con la guerra, porqué razón Churchill hizó tanto hincapié en la eliminación física de Mussolini?.Si no había nada para ocultar, porqué no se le brindó a Mussolini la posibilidad de asistir a un juicio siquiera circense como el de Nuremberg?.Durante sus últimos días Mussolini no se desprendió nunca de una cartera de cuero que, a su juicio, contenía documentos de tal magnitud que harían cambiar en forma radical la visión de los hechos ocurridos durante la guerra.Bien pudo tratarse de alguna artimaña del Duce, pero lo cierto es que esa cartera desapareció tras la ejecución de Mussolini en Dongo.Curiosamente días después de la culminación de la guerra, Churchill decidió tomarse unas "vacaciones" en Italia, más precisamente en el lago de Como , justo donde Mussolini vivió sus útlimos díasMussolini y su amante Petacci

El 25 de abril de 1945, Mussolini se encuentra con el cardenal Schuster en el arzobispado junto a miembros del movimiento partisano Comité de Liberación Nacional.Las propuestas que recibe Mussolini son terminantes: rendición incondicional y su entrega a manos de los partisanos.Mussolini se retira a la prefectura de Milán con la promesa de volver tras meditar la propuesta pero ante las evidencias de que los partisanos iban a fusilarlo, decide huir a las cercanías del lago de Como donde se encuentra con un misterioso emisario de Churchill.Luego se une a un contingente alemán que aparentemente se dirigía a la frontera suiza.Disfrazado de soldado alemán viaja en la parte posterior de un camión y en la localidad de Musso el contingente alemán debe superar un puesto de control partisano.Los rasgos faciales imponentes que durante toda su vida le sirvieron para conquistar mujeres y para cautivar a las masas esta vez le jugaron en contra.Su perfil inconfundible de perfecto estilo greco-romano fue fácilmente detectado por el partisano que estaba a cargo de revisar el interior de los camiones y tras una breve negociación con los alemanes éstos entregaron a Mussolini a fin de poder seguir su marcha hacia Suiza.Mussolini junto a otros dieciseis jerarcas fascistas es rápidamente ajusticiado en Dongo junto a su amante Clara Petacci que decidió morir al lado del hombre que amaba.Sus cadáveres fueron colgados cabeza abajo en una estación de servicio de Milán y sometidos al escarnio público.Los mismos hombres y mujeres que durante más de veinte años lo ovacionaron desde Plaza Venecia y desde el Duomo de Milán, ahora descargaban su ira sobre su maltrecho cadáver, con escupitajos, patadas y aberrantes mutilaciones.Su amante Clara Petacci, que durante años fue la mujer más odiada y envidiada de Italia también sufrió el rigor del escarnio público.Italia cerraba así la página más vergonzosa y humillante de su historia.

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