- ¡Mamá, mamá... ¡no me hagas licuado!
- ¡Mamá, mamá... no me hagas licuado!...
- Mamáeaghghghghghgh...
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- Mamá, mamá... se acaba de morir la abuelita.
- ¡Puta!... y todavía tenemos más de medio abuelo en la heladera.
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- Mamá, mamá... afuera está frío.
- Bueno, dile que pase.
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- Mamá, mamá... ¿me puedo tirar un pedo como el de ayer?
- No, nene. Espera a que te cierren los puntos.
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- Mamá, mamá... ¿por qué me dicen pie grande en el barrio?
- No sé, nene, pero ¿ya guardaste los zapatos en el garaje?
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- Mamá, mamá... en la escuela me dicen Rambo.
- ¡No puede ser!, ya mismo voy a hablar con la directora.
- ¡No mamá!... esta es mi guerra.
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- Mamá, mamá... hay un pobre señor gritando en la calle, ¿me das dinero para ese pobre hombre?
- Bueno, acá tienes el dinero. Pero ¿qué grita el pobre hombre?
- ¡Helados! ¡helados!
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- Mamá, mamá... ¿cuesta mucho dinero un frasquito de tinta china?
- No hijo mío, eso es muy económico.
- Oh, que bueno, porque se me derramó todo un frasquito de tinta china sobre tu vestido nuevo
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- Mamá, mamá... ¿quién estuvo comiendo mejillones en el baño?
- Nadie nene, es que el abuelo se estuvo cortando las uñas de los pies.
- Mamá, mamá... en la escuela me dicen deforme.
- No le des importancia, ahora cierra los tres ojitos y duérmete.
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- Mamá, mamá... en la escuela me dicen perro.
- ¡Me haces el favor y me caminás ya en dos pies!
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- Mamá, mamá... ¿no crees que el abuelo merece un entierro digno?
- Cállate y tira la cadena.
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- ¡Mamá, mamá... en la escuela me dicen Backstreetboy!
- ¿Quién, hijito? ¿quién?
- Everybooody!
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- Mamá, mamá... ¿dónde está la Cordillera de los Andes?
- No sé, nene. Acá la que guarda todo es la sirvienta.
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- Mamá, mamá... ¡cuidado con la escalera!
- ¿Qué escalera-ra-ra-ra-ra-ra-ra...?
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- Mamá, mamá... ¡yo también quiero comer madera!
- ¡Ay, nene!. La madera no se come.
- ¿Y por qué le decías a papá ayer 'Mmm... que rico palo'?
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- Mamá, mamá... el abuelo se tambalea.
- ¡Dispárale de nuevo entonces, niño imbécil!
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- Mamá, mamá... en la escuela me dicen 'Windows Vista!
- ¡Ya! ¡cállate de una vez y haz algo útil.
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- Mamá, mamá... si Dios nos da de comer, la cigüeña trae los niños de Paris y los Reyes magos los regalos el 6 de enero, ¿se puede saber para que sirve papá?
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- Mamá, mamá... en la escuela me dicen cebolla!
- Vete, que me vas a hacer llorar.
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- Mamá, mamá... ¡en la escuela me dicen hijo de perra!
- ¡Guau!
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- Mamá, mamá... ¿los sapos usan anteojos?
- No, papi.
- ¡Entoces la abuela se cayó en una zanja!
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- Mamá, mamá... ¿las Oreo dan vuelta?
- No, nene.
- ¡Uy!, entonces me comí un yo-yo
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- Mamá, mamá... ¿por qué me dicen cacorro?
- No se hijo, pero esa minifalda te hace ver mucho el culo.
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- Mamá, mamá... cuidado con el precipicio.
- ¿Que precipiiiiciooooooooooooooooooooooooooo?!
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- Mamá, mamá... me picó una víbora.
- ¿Qué?... ¿Cobra?
- No, gratis.
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- Mamá, mamá... están golpeando la puerta.
- Déjala que la maten.
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- Mamá, mamá... en la escuela me dicen cabrón.
- ¿Y a mi qué?
- Y a ti, puta.
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- Mamá, mamá... ¿que es evasivo?
- Anda, vete a hacer la tarea.
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- Mamá, mamá... ¿cual es la definición de hostilidad?
- Una pregunta más y te mato enano cabrón, te mato.
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- Mamá, mamá... en la escuela me dicen flaco.
- Te he dicho mil veces que no te pongas de lado para poder verte.
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- Mamá, mamá... ¿puedo hacer el amor con mi amiguita?
- No.
- ¿Por que no, mamá?
- ¡Porque no! y basta Laurita.
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- Mamá, mamá... ¿los pedos transpiran?
- No hijo, eso es imposible.
- ¡Uy!, entonces me cagué.
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- Mamá, mamá... me voy a pichar con el vecinito de enfrente.
- Bueno, hijita, pero ojo al cruzar la calle
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- Mamá, mamá... ¿la abuelita es mecánica?
- No hijo.
- Entonces ¿qué hace tirada debajo de un bus?
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- Mamá, mamá... tengo hambre
- ¡Andá y fritate un huevo!
- ¿Y por qué vos más bien no te fritás una teta?
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- Mamá, mamá... ¿hasta cuando vamos a comer mayonesa?
- Hasta que se le seque el grano a la abuela, hijo.
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- Mamá, mamá... en la escuela me dicen peludo.
- ¡Querido ven a ver esto! el perro me está hablando.