Don Alipio fuente: nopuedocreer.com
No son tiempos fáciles, eso desde luego. Y prueba de ello es lo que os vamos a contar.
Vayamos a Oklahoma (EE.UU.). Allí unos agentes de la policía se dedican a seguir e
l coche de Lahuma Sue Smith (la mujer de la foto de la derecha) que, aparentemente, va en busca de “clientes” (sí, por lo visto es ella la que va a buscarlos). Después de unos metros, los agentes pierden la pista del auto, pero al cabo de unos minutos se lo encuentran parado: dentro se ven sombras que se mueven de manera muy extraña.
Los policías corren, miran por la ventanilla… ¿Y qué ven? A la señora Smith en el asiento del copiloto bajándole los pantalones a un tipo que confiesa que últimamente su matrimonio no va demasiado bien y que sabe por ahí paran prostitutas.
Lo curioso del asunto es que una vez registrado el vehículo (cuan concienzudos son estos agentes) fue encontrada una cesta con bolsas de
snacks fritos valorada en 21 Euros. Lo que podía parecer a simple vista una extraña perversión no era más que el pago por el servicio a la señora Smith.
Esto da que pensar, ¿cómo estarán las cosas para que una mujer se venda por una bolsa de patatas?, ¿qué cara le pondrían las otras prostitutas al señor cuando les dijo
“no tengo dinero, pero sí Doritos”?, ¿qué serían capaces de hacer algunas por una bolsa de nachos que, además, trajera un bote de salsa para mojar?
¡Cómo está el mundo!, ¡maldita crisis!