Torre de Entel Perú, en la localidad de Huacho, dinamitada el 9 de octubre de 1981 por presuntos miembros de Sendero Luminoso. Sendero Luminoso operó a través de una creciente ola de asesinatos y atentados dinamiteros contra puestos policiales, bancos, instituciones públicas y torres de alta tensión.



Ministro del Interior José María de la Jara y Ureta asiste al velorio del guardia civil Rigoberto Trigoso Daza, asesinado por miembros de Sendero Luminoso en enero de 1981. En ese momento la sociedad civil no diferenciaba con claridad a los senderistas de los delincuentes comunes.



Edmundo Cox Beuzeville, miembro de Sendero Luminoso, en la cama de un hospital tras su primera captura, ocurrida el 26 de mayo de 1981. Ese año la Conferencia Episcopal de Acción Social (CEAS), presidida por monseñor Luis Bambarén Gastelumendi, denunció a la Guardia Civil por violaciones a los derechos humanos, entre ellas las cometidas a Cox Beuzeville.




Presentación, el 7 de noviembre de 1982 en la Jefatura Contra el Terrorismo de Ayacucho, del organigrama de la Base 21 y el EGP (Ejercito Guerrillero Popular) de Sendero Luminoso en Ayacucho. A partir de 1989 las Fuerzas Armadas y la Policía replantearon la lucha contrasubversiva sobre la base de una estrategia más eficaz que las anteriores. Las operaciones psicosociales y, sobre todo, las de inteligencia, se convirtieron en el centro del nuevo diseño. Fue en estos dominios no propiamente militares de la guerra interna donde se dieron los avances más significativos en la lucha contra Sendero Luminoso y el MRTA, tanto para ganar el apoyo de la población como para neutralizar la capacidad de acción de los subversivos. Las acciones de eliminación o captura fueron mucho más selectivas que antes y los avances militares iban acompañados de acciones psicosociales y organización sistemática de autodefensas civiles; no obstante las violaciones de los Derechos Humanos, aunque menos numerosas, se volvieron más premeditadas y sistemáticas. Otras consecuencias de este proceso fueron que las Fuerzas Armadas asumieron funciones propias de las instituciones democráticas, y que Fujimori y Montesinos usaron el pretexto de la lucha contra el terrorismo para destruir la institucionalidad el 5 de abril de 1992.


Destrozos en el Centro de Readaptación Social (CRAS Santiago Apóstol) tras el ataque senderista -atribuido a la llamada Primera Compañía del Ejército Guerrillero Popular (EGP)- del 2 de marzo de 1982. Ese día, un grupo aproximado de 30 terroristas de Sendero Luminoso atacó el establecimiento penal de la ciudad de Ayacucho, mató a dos guardias republicanos y permitió la fuga de 247 reclusos, entre ellos presos comunes e inculpados por delito de terrorismo. El 3 de marzo, efectivos de las Fuerzas Combinadas de la Policía ejecutaron extrajudicialmente a tres subversivos que se recuperaban en el hospital de Huamanga: Rousell Wensjoe, Amílcar Urbay y Carlos Alcántara.



Víctimas del asalto senderista al establecimiento penal de la ciudad de Huamanga (CRAS Santiago Apóstol).



Edith Lagos, estudiante ayacuchana que murió el 2 de setiembre de 1982 en Umaca, Apurímac, durante un enfrentamiento entre senderistas y "Sinchis" de la Guardia Republicana. Su figura de joven universitaria, proveniente de una familia de comerciantes de provincia, que se presentaba como una “luchadora social” fue ensalzada por Sendero Luminoso y un sector de la prensa: ambos la convirtieron en un icono para la población ayacuchana en general. No fue una dirigente importante del grupo subversivo; sin embargo, su entierro en la ciudad de Huamanga congregó aproximadamente a diez mil ciudadanos. Durante el funeral, la misa de cuerpo presente fue oficiada por el Obispo de Ayacucho.



Entierro de Edith Lagos, militante de Sendero Luminoso. Edith Lagos murió el 2 de setiembre de 1982 en Umaca, Apurímac, durante un enfrentamiento.




Tres presuntos subversivos, Rousell Wensjoe, Amílcar Urbay y Carlos Alcántara, internados en el hospital Regional de Ayacucho, fueron sacados de sus camas y ultimados por efectivos de la Guardia Republicana, en represalia por la muerte de sus compañeros en el asalto senderista al Penal de Huamanga. La imagen corresponde a la morgue de Ayacucho, donde fueron trasladados los cuerpos de las víctimas.




A los pocos días del asalto al penal de la ciudad de Huamanga (CRAS Santiago Apóstol), miembros de la Policía presentan explosivos y propaganda senderista incautada durante las acciones. El 2 de marzo de 1982 un grupo aproximado de 30 senderistas atacó ese establecimiento peninteciario, mató a dos guardias civiles y permitió la fuga de 247 reclusos, entre ellos presos comunes e inculpados por delito de terrorismo. Al día siguiente, efectivos de la Guardia Civil ejecutaron extrajudicialmente a tres presidiarios heridos que se recuperaban en el hospital de Huamanga.



Restos del Centro de Investigación "Allpachaka" de la Universidad San Cristóbal de Huamanga, en Ayacucho, dinamitado por Sendero Luminoso el 3 de agosto de 1982.



Un campesino frente a una sala de detenidos de Ayacucho en 1982.



Entierro, en el cementerio El Ángel de Lima, de los cuatro policías que fallecieron en Huancavelica el 4 de octubre de 1982 durante un ataque senderista al puesto policial de la localidad de Mayocc, en la provincia de Churcampa, Huancavelica. Tras dos horas de enfrentamiento, los subversivos asesinaron a los cuatro policías y se llevaron diez ametralladoras y un radiotransmisor.



Familiares de los cuatro policías asesinados el 4 de octubre de 1982 durante un ataque senderista al puesto policial de la localidad de Mayocc, en Churcampa, Huancavelica, expresan su consternación durante el entierro de éstos. Los miembros de la Guardia Civil fallecidos fueron Julio Ramírez, Víctor Carranza, Marino Tinoco y Rolando Tineo Arrieta.



El 6 de abril de 1982, en el fundo San Agustín de Ayzarca, provincia de Vil****uamán campesinos y policías encuentran el cuerpo de un presunto miembro de Sendero Luminoso envuelto en una bandera de ese grupo subversivo. El 24 de diciembre de 1980, el Señor Medina, propietario de dicha hacienda, fue asesinado por un grupo de senderistas.