Estaba un borrachito a las 3 a.m. fuera de su casa gritándole a la puerta:
- ¡ABRACADABRA, ABRACADABRA, ABRACADABRA!
En eso pasa un policía y le dice:
- Oiga Sr., ¿cree usted que la puerta se va a abrir con decirle abracadabra?
- ¡Hip! ¿Estoy diciendo abracadabra?
- Sí señor, está diciendo abracadabra como los magos.
- Ay, perdón me equivoqué.... ―y empieza el borrachito a gritar:
- ¡¡ABRE CABRONA, ABRE CABRONA, ABRE CABRONA!!