Respuesta: Con ocasion del cumpleaños de Habermas
Continuacion:
'Habermas, poder mundial', con este provocativo título con foto de primera página se anticipó unos días a su cumpleaños Die Zeit de Hamburgo. Allí ha publicado Habermas en los últimos años algunos de sus más polémicos ensayos.
El semanario destaca el sentido del poder no violento de la comunicación, del compromiso con la democracia radical, incluyente y participativa, y trae las opiniones laudatorias de destacados filósofos de todo el mundo.
Una de ellas, la voz de Cristina Lafont, la recordamos cuando en Medellín, en julio del año pasado, en el III Congreso Iberoamericano de Filosofía, reclamó de Habermas mayor consecuencia en su tratamiento de los derechos económicos fundamentales, especialmente de los países pobres, en su lucha política por la constitucionalización del derecho de gentes en una ONU reformada.
No sólo la opinión de los colegas, sino quizá sobre todo el título de Die Zeit provocaron al menos dos voces críticas, que se han irritado por todas estas celebraciones y que vale la pena tener en cuenta. Desde la Universidad de Postdam, en la vecindad de Berlín, Sibylle Tönnis, nieta del famoso sociólogo Ferdinand Tönnis, expresa su inconformidad con el pensamiento de Habermas en seis puntos: su relación ambivalente desde la izquierda con los valores de Occidente, la fundamentación última en su teoría de lo verdadero y lo bueno, la ilusión de la comunidad ideal de diálogo, el cambio del trabajo por el diálogo, el sentido de sociedad civil y de autorreferencia.
Del mismo Berlín, Instituto Tecnológico, se anuncia con menos contundencia y en la misma línea, un seguidor de Niklas Luhmann, Norbert Bolz, con cuatro reclamos: la teoría de la comunicación es un sustituto de la religión; es una teoría apropiada para discursos políticos pero es difícil de ser tomada en serio; el "poder mundial" de Habermas no son sus escritos sino la red de admiradores entre periodistas e intelectuales, lo que a la larga no dará impacto a su pensamiento, sino que terminará por lograr al menos "que el mundo tema menos a los pensadores alemanes".
La rapidez con la que son traducidos los textos de Habermas al español y la discusión filosófica en torno a su obra y a la de John Rawls y otros pensadores, ha mostrado hace ya años la madurez con la que también nosotros podemos abordar en la filosofía iberoamericana sin temores un pensamiento crítico, del que se puede aprender mucho, en acuerdos y en desacuerdos.
"El 'poder mundial' de Habermas no son sus escritos sino la red de admiradores entre periodistas e intelectuales, lo que a la larga no dará impacto a su pensamiento, sino que terminará por lograr
al menos "que el mundo tema menos a los pensadores alemanes".
|