A ver, Paulita, ¿qué pasa si echamos un corcho al agua?
- El corcho flota, señorita.
- ¡Muy bien!
- Jorgito... ?¿y si echamos un papel?
- También flota, señorita, hasta que se moja y se hunde.
- Bien... bien.
- Jaimito, ¿y si echamos un polvito?
- Cuando quiera, señorita, nada más me avisa para comprar los condones.