Una vez una solterona de alcurnia estaba buscando novio y puso un letrero que decía:
"Busco hombre que no me pegue, que no se vaya de mi, y que sea bueno en la cama."
Ya llega el primero y tocan, y la señora abre la puerta, y es un señor pero piensa la señora: "Se ve muy feo, como que muy gruñón. No este me va a pegar". Y le cierra la puerta.
Llega el siguiente y lo ve vagabundo y se dice: "No este se va a ir de mi lado cuando tenga plata" y le cierra la puerta.
Al otro día llega otro, mocho de manos y de piernas; toca, la señora abre y le dice:
- ¿Qué, tu qué?
Y le responde el señor:
- No tengo manos para pegarte y no tengo piernas para irme de tu lado.
Y le pregunta la señora:
- ¿Pero como me puedes servir en la cama?
Y le responde:
- ¿Cómo cree que toqué el timbre?