Había una niña que nunca le hacía caso a su mamá, entonces un día su mamá le dijo:
- ¡Hija, no duermas con los pies tan abiertos que un día de estos se te va a salir la papaya!
Pero la niña no le ponía atención a su mamá. La mamá cansada de esta situación decidió ir a la tienda a comprar una papaya grande y se la puso a su hija entre las piernas. Cuando la niña despertó fue donde su mamá toda asustada y le dijo:
- ¡Mami, mami, se me salió la papaya!
Y la mamá le preguntó:
- ¿Y qué hiciste hija?
Y la niña dijo:
- Me la metí como pude.