Esto es uno que llega a su casa medio borracho y se va a la cama con su mujer. El hombre se acuesta y se pone a contar los pies: uno, dos, tres, cuatro, cinco... ¡y seis!. El hombre se queda extrañado, entonces se levanta, se pone de pie a los pies de la cama y se pone a contar de nuevo los pies que había en la cama: uno, dos, tres, cuatro y dice:
- Ay, ahora sí, que alivio.