En la primera votación del Comité Olímpico Internacional fueron eliminadas Chicago y Tokio. En la segunda fue eliminada Madrid.
Tokio, Chicago, Río de Janeiro y Madrid hicieron esta mañana sus su presentaciones en Copenhague. La primera en ser eliminada de la contienda fue la estadounidense Chicago, a pesar del apoyo expresado por el presidente Barak Obama, quien prometió "tender puentes" entre culturas si logra los Juegos Olímpicos de 2016.
Previamente, Río defendió su ocasión de hacer historia en Sudamérica este viernes en Copenhague ante los miembros del Comité Olímpico Internacional.
Río defendió vehementemente, en una intervención marcada por el vibrante discurso del presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, que es hora de llevar a Sudamérica los Juegos Olímpicos por los que compite también Madrid.
"Esta es una oportunidad sin precedentes para las esperanzas e ilusiones de un pueblo apasionado por el deporte, apasionado por la vida", declaró Lula en la colorida presentación caríoca, que desplegó todos los encantos de su "tarjeta postal" y la pasión por el deporte de los brasileños.
Río destacó que el Mundial de fútbol de 2014 que organizará Brasil será "un trampolín" para los Juegos, tanto como los exitosos Juegos Panamericanos de 2007, y garantizó que mantendrá a raya la criminalidad, gran preocupación del COI, y que "no habrá sorpresas" en materia económica.
La crucial jornada había comenzado en Copenhague, donde todas las candidatas llevaban días calentando motores, con el momento más esperado, la comparecencia del presidente estadounidense, Barack Obama, que hizo una apuesta personal por Chicago efectuando un viaje relámpago a Dinamarca.
Así fueron las presentaciones esta mañana
"Estados Unidos quiere tender puentes al resto del mundo y por eso este proyecto cuenta con todo el respaldo de la Casa Blanca", declaró el hombre más poderoso del mundo, rememorando cómo hace 25 años "se enamoró" no sólo de su mujer Michelle sino también de Chicago, su ciudad adoptiva.

Durante su presentación, la 'ciudad del viento' subrayó su riqueza multiracial, "cuna del Blues", y el gran número de parques a orillas del Lago Michigan que acogerán buena parte de las instalaciones olímpicas, además de insistir en que cuenta con todas las garantías económicas.
"Together we can (juntos podemos)", dijeron en los vídeos ciudadanos y deportistas de Chicago, retomando el famoso eslogan de campaña del presidente estadounidense 'Yes, we can'.
"La gente de Chicago es apasionada, honesta y humana. Trabajaremos a diaRío para convertirnos en una ciudad olímpica que enorgullezca a todo el mundo", insistió el alcalde de la ciudad, Richard Daley.
Frente a Chicago, cuya popularidad ha ido subiendo como la espuma, Tokio, durante bastante tiempo favorita, defendió una candidatura basada en la solvencia económica, el respeto al medio ambiente y unas instalaciones en pleno centro de la ciudad como un legado para las generaciones futuras.
"Prometo que el gobierno garantizará todos los recursos necesaRíos para asegurar un legado duradero", declaró el nuevo primer ministro, Yuki Hatoyama, destacando que Tokio cuenta con unos fondos reservados de 4.000 millones de dólares.
Luego Madrid intentó convencer al COI de que esta vez sí debe albergar los Juegos, aunque, después de que perdiera su oportunidad en 2012 ante Londres, la regla no escrita de la rotación continental se lo pone difícil, al contra Río que a Chicago y Río.
"Votar por Madrid es votar por el éxito total de los Juegos", declaró el rey Juan Carlos I, gran baza madrileña por su popularidad en el mundo olímpico, de la que ha hecho gala en los últimos días en Copenhague.
El presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, destacó los valores de "competencia leal, espíritu de equipo y juego limpio" como motor de la candidatura. "Esos son los Juegos con los que soñamos con los ojos bien abiertos y las manos extendidas al mundo", añadió.
Los delegados del COI tendrán donde elegir entre las cuatro propuestas después de escuchar sus argumentos. A las 11:30 a.m. del viernes, el presidente del COI, Jacques Rogge, despejará la incógnita.

Con AFP