Una anciana de 97 años creyéndose morir, llama a su esposo de 98 años al dormitorio y le expresa:
- Viejo, viejo, me estoy muriendo.
El anciano le responde cariñosamente:
- No seas bobita mi amor. Es un mal pasajero, no le des importancia.
- No, esta vez es serio. Y no quiero irme sin entregarte algo ―dice la anciana―. Por favor abre el ropero y saca una caja de madera que está oculta debajo de la ropa de cama.
El esposo cumple con lo indicado y localiza la caja.
- Ábrela ―pide su esposa con un hilo de voz.
El anciano así lo hace y encuentra dentro de la caja 2 huevos y US$ 100.000.- Entre alborozado y extrañado pregunta:
- Mi amor, ¿qué son estos 2 huevos?
La anciana responde:
- No quiero irme sin contarte un secreto. Cada huevo representa las veces que te fui infiel.
El anciano comenta entre dudoso, satisfecho y orgulloso:
- Pues bueno, sólo 2 veces en casi 70 años de matrimonio, no te juzgo.
Y enseguida pregunta:
- ¿Y estos US$ 100.000?
La anciana toma dulcemente la mano de su esposo y con un suspiro confiesa:
- es que cada vez que juntaba una docena de huevos los vendía...