En un bar abarrotado de clientes a esa hora, entró un individuo de piel morena, comúnmente llamado un negro. Y uno de los habituales de la barra, algo pasadillo de tragos y un tanto racista también, quiso hacer la juerga a costillas del negro, porque empezó a hacer chistes relacionados con el color de la piel del otro.
- ¿Ustedes saben porqué los negros son tan oscuros pero tienen los dientes tan blancos?...Pues porque los pintaron con la boca cerrada...
Aquello enfadó al negro, pero no dijo absolutamente nada para no generar ningún pleito. El racista, un tanto engreído porque algunos le rieran la "gracia", y porque no le habían dado una respuesta como merecía, insistió en su provocación:
- ¿Y ustedes saben por qué los negros tienen las palmas de las manos y las plantas de los pies más claros que el resto del cuerpo?...Pues porque los pintaron en cuatro patas...
El negro, con toda parsimonia y serenidad, lentamente pero con voz alta y clara para que nadie se perdiera una sola de sus palabras, le preguntó al provocador:
- ¿Y usted, señor mío, sabe por qué su madre de usted, siendo tan blanquita, tiene la chocha tan negrita?...Pues porque me la culié cuando estaba acabadito de pintar...