Llegan tres hombres al infierno, un paisa, un gringo y un hindú. El diablo les dice:
- Bueno, pues les daré una oportunidad, aquél que aguante tres latigazos míos, se puede ir al cielo, además se podrán poner lo que quieran en la espalda.
Los hombres aceptan, y primero el gringo, toma una loza de concreto grandísima, el diablo, al primer latigazo
rompe la loza, y el gringo dice:
- ¡Ya!, ¡ya!, ni modo, aquí me quedo.
Después el hindú pasa y se arrodilla, y le dice el diablo:
- ¿Muy machito?, ¿que no te vas a poner nada en la espalda?
Y el hindú contesta:
- ¡Yo solo necesito meditación!
El diablo contesta:
- Bueno, como quieras. Da el primer latigazo y el hindú sólo gime un poco, el segundo latigazo y el hindú tranquilo, el tercer latigazo y el hindú como la fresca mañana.
Entonces dice el diablo:
- Bueno, pues lo prometido es deuda, te puedes ir al cielo.
Pasa el paisa, se arrodilla, y el diablo le dice:
- ¿Tú tampoco te pones nada en la espalda?
El paisa contesta:
- ¿Puedo ponerme lo que yo quiera?
Le dice el diablo:
- ¡Lo que quieras!
Y el paisa contesta:
- ¡A ver hindú, vení para acá!...