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El árbitro que dirigía un partido escuchó por "la voz del estadio" que convocaban al propietario de un automóvil determinado que había sido robado. Era el suyo. Desesperado, suspendió el encuentro.
El encuentro de tercera división entre Jumilla y Puente Tocinos, en España, debió ser suspendido por unos minutos por decisión del árbitro, Madrigal Soria, tras escuchar por los altoparlantes que se llamaba con urgencia al propietario de un determinado vehículo.
Al oír que se trataba de la patente de su Audi, decidió parar el encuentro y salió corriendo hacia un costado de la cancha para verificar cuál era la situación.
Los cinco minutos en que estuvo detenido el choque le valieron al juez para dialogar con la Policía.
Los uniformados le informaron que ese vehículo había sido objeto de un intento de robo.
Entonces Soria se dirigió a los vestuarios, cuenta el diario español Marca, agarró las llaves del auto y se las dio a un directivo, quien se hizo cargo de la situación para que el encuentro siga disputándose.