Creada: septiembre 03 de 2009




Discurso del ministro brasileño de Educación en los Estados Unidos.
Durante un debate en una universidad en los Estados Unidos, al ministro de Educación, Cristovam Buarque, le preguntaron lo que pensaba acerca de la internacionalización de la Amazonia. El joven estudiante estadounidense comenzó su pregunta afirmando que esperaba una respuesta de un humanista y no de un brasileño.
Esta es la respuesta del Sr . Cristovam Buarque:
“En efecto, como brasileño, me erigiría simplemente contra la internacionalización de la Amazonia. Cualquiera que fuera la insuficiencia de atención de nuestros gobiernos por este patrimonio, es nuestra. Como humanista, conciente del riesgo de degradación del medio ambiente del cual padece la Amazonia, puedo concebir que la Amazonia sea internacionalizada, como por lo demás todo aquello que tenga importancia para la humanidad.
Si, en nombre de una ética humanista, tuvieramos que internacionalizar la Amazonia, entonces tendríamos que internacionalizar las reservas de petróleo del mundo entero. El petróleo es tan importante para el bienestar de la humanidad como la Amazonia lo es para nuestro porvenir. Y a pesar de ello, los amos de las reservas de petróleo se otorgan el derecho de aumentar o disminuir la extracción de petróleo así como aumentar o no su precio.
De la misma manera, se tendría que internacionalizar el capital financiero de los países ricos. Si la Amazonia es una reserva para todos los hombres, no puede ser quemada por la mera voluntad de su propietario o de un país. Quemar la Amazonia es tan grave como el desempleo provocado por las decisiones arbitrarias de los especuladores de la economía global. No podemos dejar las reservas finacieras quemar países enteros por el buen placer de la especulación.
Antes que la Amazonia, me gustaría asistir a la internacionalización de todos los grandes museos del mundo. El Louvre no debe pertenecer sólamente a Francia. Cada museo del mundo es el guardián de las más bellas obras producidas por por el genio humano. No se puede dejar ese patrimonio cultural, de la misma manera que el patrimonio natural de la Amazonia, ser manipulado y destruido según la fantasía de un solo propietario o de un solo país. Hace algún tiempo un millonario japonés decidió ser enterrado con el cuadro de un gran maestro. Antes de que eso ocurra habría que internacionalizar ese cuadro. Mientras este encuentro tiene lugar aquí, las Naciones Unidas están organizando el Foro del Milenio, pero algunos Presidentes de países tuvieron dificultades para poder asistir a causa de las dificultades en las fronteras de los Estados Unidos. Creo entonces que Nueva York, lugar de la sede de las Naciones Unidas tendría que ser nacionalizado. Al menos Manhattan tendría que pertenecer a toda la humanidad. Como por lo demás París, Venecia, Roma, Londres, Río de Janeiro, Brasilia, Recife, cada ciudad con su belleza particular y su historia del mundo debería pertenecer al mundo entero.


Si los Estados Unidos quieren internacionalizar la Amazonia, a causa del riesgo que incurre dejándola en manos de los brasileños, entonces internacionalicemos también todo el arsenal nuclear de los Estados Unidos. Tan sólo porque ellos son capaces de utilizar tales armas. Lo que provocaría una destrucción mil veces más vasta que los deplorables incendios de las selvas brasileñas.

A lo largo de sus debates, los actuales presidentes de los Estados Unidos han defendido la idea de una internacionalización de las reservas forestales del mundo a cambio de una anulación de la deuda. Comencemos entonces por utilizar esa deuda para asegurar que todos los niños del mundo tengan la posibilidad de comer e ir a la escuela. Internacionalicemos a los niños tratándolos, donde quiera hayan nacido, como un patrimonio que merece la atención del mundo entero. Mucho más aún que la Amazonia.


Cuando los dirigentes del mundo traten a los niños pobres del mundo como un Patrimonio de la Humanidad entonces no los dejarán trabajar cuando deberían ir a la escuela ; no los dejarán morirse cuando deberían vivir.


Como humanista acepto defender la idea de una internacionalización del mundo. Pero mientras el mundo me trate como brasileño lucharé para que la Amazonia sea nuestra.”