Desde hace dos días el profesor Gustavo Moncayo, emprendió de nuevo una caminata, pero esta vez lleva una cruz a cuestas, con la intención de crucificarse en la plaza de Bolívar.
El Caminante por La Paz, de esta manera, quiere llamar la atención del Gobierno Nacional frente a las dificultades para lograr la liberación de su hijo, el Cabo Pablo Emilio, así como del soldado Josue Daniel Calvo, anunciadas hace más de cuatro meses por las FARC.
En este momento, muy agotado, completa dos días de recorrido y sale de Fusagasuga con la intención de recorrer por lo menos 30 kilómetros diarios.
"Esto es lo más inverosímil que le toca hacer a un padre familia para rogar por la liberación de su hijo y que sea el Gobierno el que no facilite este proceso", señaló.
Precisó que desde hace doce años, cuando fue secuestrado el cabo Pablo Emilio se inició el calvario para la familia y lo más triste es que el Gobierno es indiferente a ese dolor, or eso crucificarse es simplemente un esfuerzo más por la libertad.
Advirtió que es un atropello el que se comete contra las familias de los secuestrados. "Hay que deslindar ese ego politiquero, porque las familias somos las que sufrimos", advirtió.