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Denunciante Popular
 |  Buen vino, buen sexo...
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 |  Es una opinión y hasta una creencia relativamente generalizada que un par de copas de buen vino liberan nuestras inhibiciones y complejos y mejoran de forma considerable las relaciones sexuales.
Pues bien, esa impresión que a más de alguien podría avergonzar acaba de recibir un notable respaldo científico, eso sí y por ahora, en cuanto a la sexualidad de las mujeres.
Y no podía ser de otra manera, una universidad italiana, parece haber demostrado que las mujeres que beben un poco de vino a diario disfrutan más del sexo que las que no beben. Entre sus conclusiones, el estudio dice que con un máximo de dos copas de vino diarias, las mujeres pueden aumentar su apetito sexual. La investigación fue realizada por la Universidad de Florencia, que encuestó a casi 800 italianas de entre 18 y 50 años y su conclusión fue que, bebiendo vino moderadamente, las mujeres mejorarían su deseo sexual.
Los expertos florentinos elaboraron su informe basándose en las respuestas de 798 mujeres de la zona viñatera toscana del Chianti. Quizás habría que considerar algún sesgo en el sentido de que se trata de una población particularmente sensible a la ingesta habitual del vino pues se trata de una de las regiones más potentes en la producción de vino italiano.
¿En cuál de ellos se ubica?
Las mujeres del estudio fueron clasificadas en tres grupos, según su consumo diario de vino: las que consumían entre una y dos copas de vino, las que bebían menos de una copa diaria y las abstemias. Y ojo, las que tomaban más de dos copas al día quedaron fuera de la muestra, para de esa forma descartar la posibilidad de ebriedad o adicción al alcohol.
Las mujeres –todas consideradas sexualmente sanas– debieron responder un cuestionario con 19 preguntas que pretendían medir el “índice de funciones sexuales femeninas”, un parámetro usado en otros estudios científicos sobre la sexualidad de las mujeres. En el 2000, se publicó el Índice de Función Sexual Femenina (Female Sexual Function Index), proponiéndose como un instrumento para la evaluación de la función sexual femenina. El mismo está basado en la interpretación clínica de seis componentes: deseo, excitación, lubricación, orgasmo, satisfacción y dolor.
¿Y por qué?
También entre los resultados del estudio de la universidad florentina, se determinó que el grupo que presentó los mayores índices de deseo sexual fueron las mujeres que tomaban entre una y dos copas diarias.
Los médicos habrían concluido la hipótesis de que los componentes químicos del vino, en particular los del tinto, pueden lograr que aumente el flujo de la sangre hacía zonas específicas del cuerpo, beneficiando entonces la estimulación de las funciones sexuales.
Sin embargo, los autores del trabajo de investigación publicado en elJournal of Sexual Medicine , aclararon que no encontraron ninguna diferencia significativa entre los grupos respecto a la incitación, satisfacción u orgasmos.
Concluyeron además diciendo que el resultado debe ser interpretado con cautela, ya que la muestra fue pequeña.
Tampoco hicieron referencia a tipos de vino en particular, aunque destacaron al tinto como más idóneo a la hora de despertar el apetito sexual.
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