Impotencia –literal- o simple frustración? Envidia o maldad obscena? Rencor o cínica falta de memoria.
En la historia reciente, el ahora jefe del acabado partido liberal, Cesar Gaviria Trujillo destacó como un político al que se le apareció la virgen luego del cruel asesinato de Galán. Surge como la espuma y se le endosan los magníficos dividendos del asesinado caudillo y se posesiona como presidente entre 1990 y 1994, época por demás crucial para nuestro país que maduraba y exigía cambios dramáticamente. Se hicieron. Nuestra infinita capacidad de perdón y las ganas de acabar la guerra contra los terroristas armados que han azotado el país por décadas permitieron que los criminales más inteligentes ahora sean congresistas, alcaldes, gobernadores y permeen de manera legal casi todas las instancias del estado colombiano.
Ahora, como paladín de la verdad Cesar cabalga contra el “establishment” y emprende con todas sus fuerzas no una oposición reflexiva sino un rivalidad egoísta donde todo se vale. Desde permitir besitos y abrazos a uno de las más grandes enemigos de Colombia como es alias Teodora de Bolívar hasta la exploración desesperada de otros partidos históricamente enemigos, como es el Polo democrático. Gaviria olvida que durante su gestión se inició el irreversible proceso de integración de internacionalización de la economía, con algo que denominó apertura económica. Hoy el TLC con USA es pecado. El mismo ex presidente también le falta memoria cuando la historia conoce que durante la redacción de la nueva constitución durante su mandato se tejieron las más poderosas redes de corrupción, compra de conciencias y desvergonzados fraudes para imponer lo más conveniente a los de siempre: los dueños legales e ilegales del dinero.
Hoy este personaje de ambiente embiste con su traje de moralidad al excelente trabajo de Uribe. Desconoce la voz del pueblo y tilda a quienes defendemos este proceso como simples fantasmas (para usted no existimos).
Desconoce acaso Gaviria que durante su presidencia floreció como nunca el narcotráfico. Que nuestra economía quedó tan ligada con este flagelo que al precipitarse medidas en su contra sufrimos una de las más grandes de presiones económicas de nuestra historia. De la misma forma olvida que no es solo Uribe quien se quiere postular nuevamente, somos millones los que también estamos sintonizados con esta idea y para su dolor, para que esto suceda tendrá que ser al menos 9 millones, pues de lo contrario no sucederá nada…
Hablar de las virtudes de este político decadente no justifica el tiempo requerido. Simplemente desde este sitio le damos un consejo sencillo: Cesar, cállese por favor. Cada una de sus palabras se le devuelve con tal firmeza que en vez de ayudarlo a usted y su partido, lo que hace es hundirlo más.
Finalmente estimado patriarca otoñal, se ha preguntado usted quién votaría por usted hoy sin necesidad de comprar conciencias?