Un pastuso se queja con un amigo:
- Mi mujer es muy fría conmigo, pues; y además la próxima semana es su cumpleaños, y no se qué regalarle: no sé si joyas, ropa elegante, flores, perfumes...
- Tengo una idea. Para que vea que te preocupás por ella, dale un cupón canjeable por sesenta minutos de sexo excelente. Verás que quedará encantada.
A la semana siguiente los amigos se reúnen de nuevo.
- ¿Seguiste mi consejo?
- Sí, lo hice.
- Y a ella le encantó, ¿verdad?
- Pues yo creo que sí: se levantó de un salto, me dio un beso en la frente y salió con el cupón, gritando: "¡Vuelvo en una hora!".