Un hombre paseando por la calle ve a un amigo a lo lejos, tiene cara de dolorido y lleva las dos manos en una mejilla. Al acercarse le pregunta:
- ¿Qué te pasa Pancracio?
- Tengo un terrible dolor de muelas, no puedo aguantar más, tendré que ir al dentista, con el pánico que me da.
- Eso no es nada. Ayer tenía yo un dolor de muelas más grande que el tuyo. Fui a mi casa. Le eché 3 polvos a mi mujer, y aquí me ves, como si nada, no hay nada mejor, Vé y házlo.
-Bueno, gracias por el consejo.
Al otro día se volviero a encontrar y el man le pregunta:
-Hola Pancracio, ¿al fin como te fue con el dolor de muela? ¿Pudiste probar lo que te dije?
-Si, hermano, gracias, muy buen método; aunque tu mujer ya estaba muy cansada cuando le iba a echar el tercero.