Un australiano le cuenta a un amigo:
- Ayer conocí al amor de mi vida. Mientras cuidaba las ovejas, la ví bajo un árbol y me acerqué. Fué amor a primera vista, y nos unimos ahí mismo.
Hicimos el amor durante horas.
- Suena maravilloso, -dice su amigo.
- Pues sí, hasta que de pronto me percaté que nos observaba su madre de cerca.
- ¡Uy no! ¿Y qué dijo?
- Dijo: "¡Beeeeeeeeeee!"