Respuesta: A veces, cuando en alta noche fragmentos e instantáneas de diálogos, de sonidos silábicos que retumban con eco propio, palabras que no dichas, cuelgan de cualquier parte y siento que el alma se me escapa
con un sólo suspiro de tus días.
Como el suyo, mi tiempo ausente,
también se fustiga en la rutina,
más la imagen mental furtiva
de tu misterio que me intriga
me retiene con cariño
a nuestro olvido que cautiva.
Y no hallo que decir,
usted sin palabras me deja,
hace que mi habla se distorsione
mi pecho se disipe y busque en ese zapato
donde guardas tu corazón,
el motivo para que de forma clandestina
hallemos en nuestros ojos,
los colores que guardados están
en la memoria que no te olvida.
Preservadas son esas noches,
que junto al suspiro de tu olor
impregnó en el fondo de mi espíritu
una sonrisa, que perdura hasta nuestros días.
Y allá en ese lugar,
a donde vas cuando tu mente desenchufás,
estaré esperando el momento
para que junto al viento
tus suspiros lleguen a mi silencio. |