Un astrofísico australiano detectó una señal láser proveniente del espacio exterior, presuntamente de origen extraterrestre.
Un astrofísico de la Universidad de Western Sydney de nombre Ragbir Bhathal, logró detectar en Diciembre del 2008 una señal láser proveniente del espacio exterior. Bhathal trabaja en las instalaciones australianas del SETI, la organización científica que realiza la búsqueda de vida inteligente extraterrestre mediante el uso de radiotelescopios.
La búsqueda de los astrónomos de SETI, sin embargo, no es sólo para el descubrimiento de un planeta parecido a la Tierra, sino de vida lo suficientemente inteligente como para transmitir señales a través de vastas extensiones del espacio. Durante años han sido buscadas posibles transmisiones extraterrestres por radio telescopio, se ha dado seguimiento a decenas de millones de señales de radio a través de diferentes secciones del cielo nocturno, pero hasta ahora los resultados han sido negativos.
Se ha producido un puñado de falsas alarmas, como la detección de cortas e intensas ráfagas de energía electromagnética que puede ser transmitida por una civilización avanzada, pero más tarde se demostró que estas son causadas por otros fenómenos cósmicos, como los cuásares.
Pero en este caso, en lugar de salir corriendo para informar del hecho a la prensa, Ragbir Bhathal se la pasó los últimos meses investigando meticulosamente si esta señal fue causada por una falla en su instrumentación, un pícaro fenómeno astrofísico, o algún desconocido ruido aleatorio.
Una vez descartadas todas las fuentes conocidas posibles, el astrofísico ha dado a conocer públicamente su hallazgo, y comenta "La NASA utiliza láseres para comunicarse en el espacio, así que no es tan descabellado imaginar que una civilización extraterrestre podría usarlos también".
Es muy pronto aún para atribuir esta luz láser a una posible civilización extraterrestre. Pero el SETI está trabajando en ello. Si tenemos suerte, la señal detectada por Ragbir Bhathal podría contener la respuesta a esta búsqueda de la humanidad.
Fuente: The Australian