Ver Mensaje Individual
Antiguo 16-04-2009 , 23:21:10   #992
[ Ðαитє Sησω ]
Denunciante Constante
 
Avatar de [ Ðαитє Sησω ]
Me Gusta
Estadisticas
Mensajes: 2.847
Me Gusta Recibidos: 105
Me Gustas Dados: 13
Ingreso: 04 sep 2008

Temas Nominados a TDM
Temas Nominados Temas Nominados 0
Nominated Temas Ganadores: 0
Reputacion Poder de Credibilidad: 23
Puntos: 12879
[ Ðαитє Sησω ] Inspirador de leyendas[ Ðαитє Sησω ] Inspirador de leyendas[ Ðαитє Sησω ] Inspirador de leyendas[ Ðαитє Sησω ] Inspirador de leyendas[ Ðαитє Sησω ] Inspirador de leyendas[ Ðαитє Sησω ] Inspirador de leyendas[ Ðαитє Sησω ] Inspirador de leyendas[ Ðαитє Sησω ] Inspirador de leyendas[ Ðαитє Sησω ] Inspirador de leyendas[ Ðαитє Sησω ] Inspirador de leyendas[ Ðαитє Sησω ] Inspirador de leyendas
  
Predeterminado Respuesta: Ateismo - Topic Oficial

Mismo que admitamos, por un momento, la necesidad del libre arbitrio para la felicidad, Dios lo podría haber creado en los humanos con la habilidad de no escoger el mal, apenas entre varias opciones buenas. Dios supuestamente posee libre arbitrio y así mismo él no toma decisiones imperfectas. Si los humanos son imágenes minimizadas de Dios, nuestras decisiones deberían ser similares y desde luego, perfectas. Además, aquellos ocupantes de los cielos, que presumiblemente necesitan poseer libre arbitrio para seres felices, nunca usaran este concepto para tomar decisiones importantes. ¿Por qué los humanos originariamente perfectos serían diferentes? El problema continúa: “la presencia de la imperfección en el mundo contradice la supuesta perfección del denominado supremo hacedor”.


Estas son algunas de las “perfecciones” de ese Dios todo poderoso que dicen machaconamente es todo bondad pero que creó los sufrimientos futuros y premeditados. Él es omnisciente, eso dicen. Cuando creó el Universo y entre ellos el planeta Tierra, vio los sufrimientos que los humanos soportarían como resultado del pecado cometido por los primeros sus originales. Él vio los gritos de los condenados. Ciertamente él sabia que así sería mejor para todos aquellos humanos que nunca llegaron a nacer – en los sagrados libros así es que consta – y ciertamente este divino Dios, todo compasión – no lo olvidemos – al crear el mundo destinado a la perfección, en el cual millones de humanos ya estaban condenados los sufrimientos.

Nuestra facultad de discurrir es que ese Dios “perfectamente compasivo” que deliberadamente crea seres condenados a los más horrendos sufrimientos, es imposible.


Los reiterativos libros supuestamente, eso dicen, es la palabra de Dios, cabe insistir en el judío-cristiano, ellos contienen instrucciones para que la humanidad eviten las eternas llamas del infierno. Pero, “qué maravilloso gesto de bondad” por parte de este Dios al proporcionarnos los medios adecuados para superar los problemas por los cuales, él en última instancia, es el responsable absoluto de todo este berenjenal. Este íntegro y poderoso Dios podría, por un simple acto de su voluntad, eliminar todos los problemas que nosotros los humanos somos obligados a enfrentar. Pero como se viene observando desde los últimos dos mil años, sin olvidar los otros pretéritos siglos, en ves de eso, a pesar de su infinita sabiduría, él optó por ofrecernos esos indescifrables y confusos libros denominados Biblia y Evangelios, como medios para evitar los infiernos que él había proyectado para el género humano.


Así pues, él prefirió y decidió revelar sus voluntades a través de esas obras imperfectas, escritas en una lengua imperfecta inventada por humanos imperfectos, sin originales, copiada, traducida, interpretada y narrada por hombres imperfectos. Aún con el agravante de que los hombres nunca irán a concordar sobre lo qué las palabras de Dios realmente significan, pues gran parte de ellas, por no decir en su totalidad, son contradictorias y obscurecidas por enigmas, misterios, etc. Así pues, el aquí Dios perfecto espera que notros los imperfectos humanos, entendamos estos enigmas paradójicamente utilizando estas mentes imperfectas con las cuales él mismo nos ha equipado. Posiblemente ese Dios todo poderoso, todo sabiduría, sabía que hubiese sido mejor resolver sus voluntades perfectas directamente y en cada uno de nosotros en ves de permitir que ellas fuesen distorsionadas y pervertidas por la imperfección de los lenguajes y por las ruinosas interpretaciones de los hombres.


Es una justicia contradictoria. Solamente hay que mirar en cualquier parte de la propia Biblia para descubrir sus brutales imperfecciones, pues ella se contradice al exponer sus propias imperfecciones. En cuestión de justicia, pues el mismo Dios asegura a su escogido pueblo (primeramente el judío, después ha habido un tremendo lío en que está involucrado el cristianismo), de que los hijos serán punidos por los pecados de los padres, por lo que acaba destruyendo toda la familia. Pero por otro lado ese misericordioso Dios no reconoce que muchas guerras fueron provocadas por él mismo o en su santo nombre, por lo que continúa no se ha afligido por la muerte de millones de seres humanos y que aún permite que continúen matándose y hasta los propios hijos.


La Biblia, sin olvidar los Evangelios, son unos constantes contradictorios en todos su contenido inclusive en lo histórico hoy comprobado. Las personas que los lee y comprueba sus contenidos (insistiremos en que ellas sean cultas o por lo menos fuera de la fe), quedarán confundidas al haber centenares de historias que no encajan con la realidad de los hechos. Es lo que venimos pensando, si los cacareados sagrados libros no pueden confirmarse así propios en cuestiones y hechos que ocurrieron en el pasado, ¿cómo podemos confiar en esas sagradas cuestiones morales, espirituales, milagrosas, fe, etc.


El cumplimiento de las supuestas profecías bíblicas es citado constantemente por sus asiduos seguidores como pruebas de inspiración divina. Pero tenemos millares de ejemplos de que “esas profecías” cuyos significados origínales fueron y continúa siendo distorsionado para así sustentar absurdos y falsedades que los embrutecidos pueblos puedan asimilar y sin rechistar. No hay límites para un individuo crédulo pueda llegar a hacer y sustentar sus creencias febriles cuando está confrontando las evidencias contundentes.


Todos sabemos, no tanto los meapilas, que la Biblia y Evangelios son un cúmulo de engaños e imperfecciones históricas. Solamente al abrirlos encontramos las frustraciones, como puede ser la creación del mundo, pues solamente con esa imperfección sería suficiente para descubrir “la supuesta perfección de la palabra de Dios”. Por lo tanto, un Dios que revela sus voluntades perfectas a través de unos libros y amanuenses imperfectos, es imposible, inconcebible. Un Dios que conoce el futuro y es impotente para mudarlo a mejor, no es posible. Un Dios omnisciente que es todo poder y dotado de libre arbitrio, eso es un tremendo absurdo.


El omnisciente es sorprendido. Esa clase de Dios que lo sabe todo no puede tener emociones. El libro de los libros dice que él experimenta todas las emociones humanas, inclusive el odio, tristeza, felicidad. Nosotros los humanos experimentamos toda clase de emociones como resultados de un nuevo conocimiento, fracaso, riqueza, pobreza, etc. En contraste, el Dios omnisciente no es ignorante en relación a esas u otras manifestaciones. Nada está oculto para él, nada nuevo lo puede sorprender, por lo que no adquiere conocimientos para reaccionar emocionalmente.


Las conclusiones argumentadas que se han ofrecido aquí, puede que en una mínima parte, son suficientes para demostrar la imposibilidad y por tanto, la inexistencia del Dios judío-cristiano. Ningún individuo racional, libre pensador, ateo o como vulgarmente se dice: “con dos dedos de frente” no puede, no debería aceptar la existencia de un supuesto Dios cuyas naturalezas son tan contradictorias como las de Jehová, Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, o como quieran llamarles a ese ser supremo “perfecto” creador de nuestro “imperfecto” Universo. La existencia de Dios, cuales quiera que sea y de la religión que lo esté representando y predicando, es tan imposible como la existencia de las esferas cúbicas y los unicornios rojos invisibles…


A pesar de que los creyentes puedan encontrar satisfacciones, consuelos y seres fieles a sus imposibilidades, allá ellos. Para nosotros no hay mayor satisfacción que el poseer una mente lúcida y coherente con las realidades de la Naturaleza y la vida. Ellos están en su derecho de poder escoger y “servir” a un Dios imposible e invisible, pero la realidad es que terminan siendo corderos de sus representantes pastores. Es por lo que nosotros escogemos el concepto Humano de la Razón.


Zerimar Ilosit. Agosto de 2007

[ Ðαитє Sησω ] no está en línea   Responder Citando
 
Page generated in 0,07872 seconds with 11 queries