El grupo guerrillero pretendía atentar contra los funcionarios encargados de realizar las inspecciones judiciales de levantamientos de cuerpos.
Así lo estiman las autoridades, que consideran que el cuerpo de una mujer, identificada como Consuelo del Pilar Parra Martínez, iba a ser utilizado para ese fin por un misterioso hombre con el que llegó a hospedarse el miércoles a la habitación 406 del hotel Farallones, en el centro de la ciudad.
Según versiones preliminares, la pareja habría llegado al establecimiento, ubicado en la calle 11 con carrera octava, pasado el mediodía. Desde ese momento permanecieron en la habitación e inclusive el hombre solicitó comida y bebidas.
Posteriormente, el hombre salió de la habitación. Una versión señala que a las 3 de la tarde un taxi habría llegado al hotel para recoger a la mujer, pero ante la falta de respuesta los administradores decidieron violentar la puerta y se encontraron con el cuerpo bocabajo.
Otros aseguran que personal del hotel al no encontrar respuesta de la huésped decidieron ir en su búsqueda y se encontraron con el homicidio. La mujer fue degollada y tenía otras heridas con arma blanca.
A su llegada, personal del CTI se encontró un balde y cables que hacían parte de un artefacto con un kilo de explosivos, por lo que fue suspendida la diligencia. A las 8 de la noche, personal de la Policía antiexplosivos inició el trabajo para desactivar el artefacto, que sería activado a través de un celular que se encontraba debajo del cuerpo de la mujer.
Los huéspedes de diez habitaciones fueron evacuados mientras se cumplía el proceso.
Las autoridades continúan las investigaciones para establecer el paradero del misterioso hombre.