Fui con mi ex a uno que ya no existe; se llamaba ADN Swing Bar, quedaba cerca a Atlantis en Bogotá. Cuando uno llega es una rumba normal, muchas parejas y una timidéz como rara de todo el mundo. Más o menos a la media noche empieza un show y una vieja y un tipo hacen striptease como para calentar a las parejas.

En ningún momento los obligan a nada pero ya después del show se empiezan a ver algunos blowjobs en vivo en los sofás e intercambios de mirada que en ningún momento nos hicieron sentir incómodos. Si quieren, sólo se quedan en la rumba y de ahí no pasa, pero hay un cuarto grande al que se debe entrar sin ropa, mínimo en boxers y las viejas en tanga y brasier. Muy cómodo y agradable, un ambiente nada parecido al de un motel, es ´de muy buen gusto.

Fue una de las mejores experiencias que he tenido, cuando entramos mi novia y yo nos sentamos en unos cojines en el piso, el ambiente era lo más raro del mundo pero me encantó porque siempre me ha gustado ver y nunca lo había hecho en vivo y menos con mi novia al lado. Al fonde del cuarto hay una cama franca más o menos de tres veces el tamaño de una cama doble, normalmente es en esa cama donde se hacen los senior swingers y con miradas y una caricia en la espalda que sea respondida con una sonrisa u otra caricia se inicia el intercambio. Sólo dos parejas intercambiaron, otras simplemente lo hacían en el piso en unos cojines buenísimos para hacer diferentes poses y otros sólo miraban a sus novias o esposas darse besos y tocarse con alguna otra vieja.

Mi novia y yo sólo observamos, el ambiente es muy respetuoso y la filosofía swinger es muy sólida, en ningún momento hay alguna presión o algun abuso para hacer algo que no quieras.

Desafortunadamente yo me sentía muy cómodo pero mi ex no, después d emedia hora de estar en el cuarto me insistió que saliéramos porque ya no le estaba gustando; por mi parte yo quería llegar hasta el punto de hacerlo con ella y que todo el mundo me viera.

Aparentemente llegar al nivel del intercambio no es algo que se de de un día para otro, hay parejas que llevan años visitando bares swinger y nunca han llegado al intercambio total.

Les dejo este aporte para que quede más claro qué es el mundo swinger; aunque sólo fui una vez y fue bastante dificil convencer a mi novia, lo volvería a hacer porque fue una de las mejores experiencias que he tenido.