Un colombiano estaba en Buenos Aires observando El Obelisco; en esas se le acerca un argentino:
- Che, ¿qué hacés, boludo?
- Estoy mirando El Obelisco.
El argentino, que estaba con ganas de molestar, dice en tono fanfarrón:
- ¿Sabés una cosa, bolita? Este obelisco es un monumento a la verga de mi viejo.
El colombiano se queda observando admirado El Obelisco; saca una cinta métrica y comienza a medir el diámetro.
Otra vez se acerca el "argentino" con ganas de joder:
- ¿Y ahora qué hacés, boludo?
- Midiendo la concha de tu madre