El que crea que lo tiene chiquito es mejor que se vaya conformando y que no gaste dinero en ofertas que prometen, con diferentes métodos, dejárselo más grande que el de Nacho Vidal.

___No es cuento mío: un sesudo estudio concluyó, de manera lapidaria, que el pene solo puede alargarse dos centímetros mediante técnicas médicas. Oigan bien: ¡Dos centímetros! Es decir, menos de lo que mide la última falange de su dedo meñique.

Como sé que en este momento se lo está mirando (el meñique, digo), se dará cuenta que no vale la pena tanto esfuerzo ni pasar por la vergüenza de que se lo traten como ratón de laboratorio para obtener un resultado que solo usted va a notar.

El doctor Gilberto Chéchile, director médico del Instituto Tecnológico de Barcelona, asegura, sin sonrojarse, que la sección del ligamento suspensorio del pene (que no es otra cosa que cortar una especie de cuerdas que lo fijan al hueso del pubis) da una sensación estética de alargue, pero no tanto como se ofrece. Insisto: son dos centimetricos.

Así que pensar que es posible pasar de un pene de 9 centímetros a uno de 16 es publicidad poco fiable, y mucho más si aparte de esta dolorosa cirugía porque sí que debe doler- también recomiendan ejercicios de estiramiento para alargarlo: ¡Ojo, señores, que no es de caucho!

Entiendan que con frecuencia la idea de un pene pequeño es una percepción tan subjetiva como equivocada de los propios individuos, tanto que creen que nosotras somos las que presionamos para que se lo agranden. Esas sí que son mentiras, nunca lo hacemos.

Con eso lo único que logran es estropearse, como lo hacen los sadhus que por rito se dañan voluntariamente el pene hasta volverlo inservible o que por razones folclóricas son capaces de colgarse pesas de hasta 30 kilos solo para que les paguen por el espectáculo. Qué bobada, ¿no?

Mejor se quedan quietitos. Entiendan que a nosotras nos satisface más el cómo lo hacen que el con qué lo hacen, y que más que el tamaño de sus penes, nos interesa el de sus cerebros. Hasta luego.


*Publicado en El Tiempo, 1 de marzo de 2009.



PD1: ¡Realmente admiro a esta mujer! Me gusta mucho la manera como escribe.

PD2: Para los machos, se recomienda leer lo que está en verde .