Dos ladrones asaltan a un pastuso que salía de trabajar en la madrugada.
- ¡No grites: danos el dinero o te matamos!
- ¡Nada, no traigo plata, déjenme en paz!
Ante la negativa, los ladrones le dan una paliza terrible. Uno de ellos por fin le quita la billetera y le dice al otro:
- ¡Si será güevón este tipo, por 1.000 pesos casi se deja matar!
Y le dice el pastuso medio muerto:
- Es que yo creía que me iban a robar los 400 mil que llevo dentro de las medias...