Erase una vez un turco y un paisa, quiénes tenían una sociedad, hasta que un día el turco se puso muy grave, ya estaba en el lecho de muerte y va el paisa a visitarlo, yen esas se desarrolla la siguiente conversación:
Turco: ¡Ay Majito querido! Yo ya cerca de morir, y antes de entregar alma a Alá, debo confesarle algo para descansar en paz... ¿Se acuerda de ese negocios que tenía la sociedad, el de los 100 millones de pesos que se perdió?
Paisa: Si turco
Turco: Pues yo tomé contratos para mi solo y me robé esa platas.
Paisa: Si... Muera tranquilo.
Turco: Y esa mujer tan buenas que Ud tiene, pues cuando Ud iba en viaje de negocios, yo me iba a su casa y me la comías, me la comías bien rico.
Paisa: Si... Muera tranquilo.
Turco: Y esa hija suya, ese pimpollos, quince años; me pegaba escapaditas con ella y me la comias tambien.
Paisa: Si... Muera tranquilo.
Turco: Y los 200 millones que perdió hace 6 meses la sociedad; no hubo pérdida, esos yo robarlos.
Paisa: Si... ¡Muera tranquilo turco hijueputa que yo fui el que lo envenenó!